Pedro Haces, líder de la CATEM
El informe de EPN no checa con la realidad.
MORELIA, Mich., 03 de septiembre de 2017.- Según la forma como se maneje la información los resultados malos de un gobierno pueden parecer buenos y viceversa. El quinto informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto pretende recomponer los fracasos de una administración, para la mayoría de los mexicanos. Hay que reconocer que no ha sido el único, llevamos más de tres decenas de años con las mismas tendencias.
“No aceptamos nada contra nuestra dignidad como nación”, afirmó el presidente Peña Nieto, cuando acaba de privatizar el petróleo; y dependemos casi en todo del vecino país del norte; además el secretario de Relaciones Exterior de México, es amigo e incondicional del presidente estadunidense Donald Trump.
No puede haber dignidad cuando se debe más de 9.3 billones de pesos, y la moneda nacional está bajo los caprichos del dólar. No podemos hablar de soberanía, en el momento que un país por tradición pacifista, le siga el juego a Estado Unidos para destruir un gobierno como el de Venezuela que no le hace nada a México; pero además se envía una señal de lo que le puede y le ha pasado a otras naciones latinoamericanas.
Violencia e inseguridad
El hecho de haber “neutralizado” a 107 de 122 de los criminales más peligrosos no implica que haya avances en materia con la delincuencia organizada. En menos de cinco años de gobierno del presidente Peña Nieto se han cometido más homicidios dolosos que en la administración de Felipe Calderón. Suman más de 95 mil, cuando en el sexenio del panista fueron 80 mil. Imagínese el cuadro. En menos de dos administraciones casi se llenarían dos estadios de futbol como el Azteca de la Ciudad de México de personas ultimadas.
La gente del pueblo no la vigilan 500 policías, ni está libre de cobro de piso ni de secuestro. ¿De qué hablamos? Nunca se podrá justificar destinar tanto dinero para obtener los resultados de al menos tres administraciones gubernamentales.
En una década acabar con la pobreza extrema
Dicen que prometer no empobrece. En diciembre de 1992 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari afirmó que en 25 años México sería un país desarrollado. Cómo no recordar a José López Portillo cuando dijo que México debería aprender a administrar la riqueza. El problema de la pobreza no se resuelve con dádivas y paliativos, sino con equidad, no es posible que el 90 por ciento de la riqueza la tengan el 10 por ciento, en su mayoría extranjeros. Y el 10 por ciento de la riqueza sobrante se distribuya en el 90 por ciento de la población.
Riesgos ante el cambio
Disculpe señor Presidente, pero el mayor riesgos es que sigan los mismos. Ya acabaron con los huevos de oro y ya llevan más de media gallina.