Para Contar/ Arturo Zárate
Movilidad y seguridad, los temas capitalinos.
Camino despreocupado y hasta desenfado por las calles de mi colonia Del Valle, en la alcaldía Benito Juárez, considerada una de las más seguras del país y con índices delictivos bajos. Me percato que dos policías preventivos buscan afanosamente la dirección que les indican en sus celulares las cámaras del C5.
Hago un alto y le pregunto a uno de los gendarmes que qué busca y si lo puedo ayudar. Se voltea sorprendido, y me sorprende más al decirme.
“A ti te estamos buscando”.
No alcanzó a responderle, cuando ya estoy rodeado por una docena de uniformados con miradas intimidantes.
Azorado les respondo:
–“Pues que hice, si apenas vengo saliendo de casa para mi caminata diaria y la compra de mi café”.
Enseguida el interrogatorio y la basculeada de rigor. Dejo las llaves de casa, cartera, celular y demás prendas sobre una repisa, mientras un elemento del orden me esculca y no encuentra nada sospechoso.
“Las llaves del auto, dónde las tiro”, me increpa uno.
La sorpresa ha pasado y me instaló en modo reportero y se los hago ver.
“No uso auto y soy reportero. ¿Qué pasa, de qué se me señala”?
Llega el oficial de mayor rango y observa en los ojos de sus subalternos que se equivocaron. Procede a darme a una disculpa, pero exijo saber qué es lo que pasa. Me explica entonces que con base en una descripción registrada en las cámaras del C5, se detectaron actividades en los cajeros de los bancos Santander y BBV, ahí ubicadas, denominadas de desplazadero.
“Perdón mi ignorancia, oficial, pero ¿qué es un desplazadero?
Ya más amables y relajados todos me explica que un desplazadero, es aquel delincuente que coloca ciertos artefactos en las rendijas de los cajeros automáticos para trabar o tragarse los plásticos, quedarse con ellos y proceder a desplazar el dinero a sus cuentas o a sus bolsillos. Y como yo vestía igual a uno de los detectados –playera gris sin mangas y pants negros–, pues sobre el muerto las coronas.
Todo termina con un “disculpe” y su partida rápida, pues les informan que la actividad se ha trasladado a los bancos de Insurgentes y Félix Cuevas. Mi andar me lleva al Emir para comprar mi kilo de café y reírme de la experiencia.
Dos son los actos de gobierno que más ven y sienten los ciudadanos en su quehacer diario: movilidad y seguridad. Y si bien en materia de movilidad tenemos aún los pendientes del metro que sigue sin operar eficiente, seguro, suficiente y confiable, pero si con mayor atención para evitar “sabotajes”, los cuales nunca pudieron verificarse, tan así que la Guardia Nacional retiró a sus elementos de las estaciones, sin atrapar a un solo saboteador, de a poco se corrigen, salvo los mayores como el desplome de la Línea 12 y sus 26 muertos.
En seguridad las estadísticas indican que han disminuido los crímenes dolosos, aunque las extorsiones, cobros de piso, ejecuciones y demás delitos de alto impacto se registran en alcaldías conflictivas de siempre como son Iztapalapa o el Centro Histórico, donde operan bandas criminales que tienen en jaque a los comercios establecidos e informales.
Aun así, la puja para gobernar la capital del país se muestra copiosa, más aún del lado de los Morenos, donde el número de aspirantes supera la docena. Buenos, está tan abaratada la candidatura, que hasta el flamante gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco ha levantado la mano para ser considerado como aspirante.
Sin embargo, no las tiene todas consigo el ex goleador, pues la lista es larga. Un amigo me hizo llegar los números de Mitofsky, que ponen a la cabeza –a más de un año de la contienda para sustituir a Claudia Sheinbaum–, a Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad Ciudadana, con un 38 por ciento de las preferencias, muy por arriba de Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa y demás contendientes, como Rosa Ícela Rodríguez o Ariadna Montiel, secretarias se Seguridad y Bienestar, respectivamente.
En el listado de la empresa encuestadora aparecen también los Morenos Mario Delgado con un 17 por ciento de apoyo, Martín Batres con 16, y Rosa Ícela con tan sólo un siete por ciento. Se tomaron en cuenta a quienes podrían representar a la oposición y surgieron los nombres de Xóchitl Gálvez con un 27 por ciento en los gustos y Santiago Taboada con el 22.
Obvio decir que ni el PRI ni el PRD pintan ya en la capital, han perdido todo y deberán conformarse con ligarse y apoyar a los candidatos de la oposición a Morena, movimiento político que quiere todas las canicas en el capital de la república.
Seguridad y movilidad, las demandas principales de los chilangos.