Contexto
La sucesión presidencial ya inició. Entre las fuerzas políticas se están definiendo quienes habrán de abanderar la candidatura de cada uno. Todos construyeron su método de acuerdo a lo que les convenía con miras al futuro inmediato, y tratar de no dejar tantos heridos en el camino.
Esta semana vamos a saber parte de quienes se enfrentarán en el 2024; nos iremos dando una idea de cuál será el papel que defenderán, si la continuidad o un viraje de la política del gobierno actual. Todos tendrán un tiempo para convencer a la ciudadanía de que son las mejores opciones, sólo espero que vayan muy fortalecidos en su agenda y propuesta de campaña.
Sea candidato opositor u oficialista, deben estar conscientes de que la actual estrategia de seguridad está en falta con la ciudadanía; hemos padecido las jornadas de mayor violencia en la historia, las escenas de terrorismo que nunca imaginamos ver en el país, las estamos atravesando, las masacres y desaparición de personas no ceden, y esto es algo en lo que deben pensar los próximos candidatos.
El país ya no puede aguantar funcionarios o representantes que se escuden detrás de “otros datos”, ya no es posible esconder la realidad bajo la alfombra de la impunidad. No podemos dejar pasar que en este país, tenemos el 98 por ciento de impunidad, es decir que de 100 delitos sólo dos se resuelven; pero si tomamos en cuenta otro dato escalofriante que acaba de señalar la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) que señala que de 100 robos a comercios, sólo 1 se denuncia, estamos frente una realidad donde existe el crimen porque no hay sanciones ni métodos de prevención efectivos.
Una nueva estrategia de seguridad es imprescindible, porque se trata de recomponer la confianza que hay entre la gente y la ciudadanía, porque hoy en día, sin importar colores partidistas ni simpatías u oposiciones, todos los mexicanos estamos vulnerables ante el crimen, por eso es de total importancia que no sólo sea una parte más de las propuestas, debe ser la parte central, de donde se desprendan las demás.
En este sentido, la seguridad impacta todas las áreas y sectores de la vida nacional. De acuerdo al índice de Paz, estudio del Instituto para la Economía y la Paz en México (IEP), el impacto económico de la violencia para el país en 2022 fue de 230.000 millones de dólares, lo que representa un 18,3% del producto interno bruto (PIB). Es lo que estamos dejando de crecer por consecuencia de criminales que sólo velan pos sus intereses.
Por poner un solo ejemplo, recientemente productores de aguacate y limón de Michoacán están siendo extorsionados y violentados por grupos criminales, quienes les queman camiones, amenazan trabajadores, les bloquean caminos y hacen que se pierda parte de la producción, lo que ocasiona subida de precios, y en muchos casos, provoca que la gente prefiere abandonar sus tierras por no poner su vida y la de sus familias en riesgo.
Así que en la próxima contienda estará en juego no sólo el rumbo político del país, y también su futuro, lo que queremos para nuestros hijos y para las comunidades. Hoy, quienes quieran ser candidatos, deben poner atención en lo importante, todo para salvaguardar la vida de los mexicanos.