Día -7. 2024-2030: el verdadero poder en Morena-Andy-Palenque
Morelia, Mich., 30 de marzo, 2018.-Semana Santa tiene múltiples significados para los mexicanos. En la Ciudad de México sólo en Navidad y el Viernes Santo hay tranquilidad vial que también se traduce en mejor calidad del aire.
Para miles de citadinos significa la única oportunidad en todo el año para ir a la playa, a las albercas, a lo más parecido al campo. No importa que en las aguas apenas puedan estar de pie ante tanta gente. A final de cuentas se vive en hacinamiento casi toda la vida. Para los que son de provincia, es el tiempo para visitar a los padres y abuelos.
Pero los millones que se quedan en la ciudad, se la pasan tranquilos, y si salen al centro o a Chapultepec, lo pueden hacer con comodidad en el transporte público. Son días de guardar que muchos disfrutan, incluyendo a las decenas de miles que se amontonan en Iztapalapa para presenciar el Viacrucis y ser parte de un gigantesco mercado.
Ya son pocos los que guardan la vigilia, y menos los que acuden a las iglesias. Se acabó lo de las visitas de las siete casas que se acostumbraban en los barrios, acompañadas de mole y romeritos, de pescado, arroz y nopalitos.
En provincia aún se conservan costumbres, sobre todo en los pueblos indígenas y algunas ciudades no tan pobladas. Morelia es un buen lugar para visitar, lo mismo que Pátzcuaro, Uruapan, o las playas de Lázaro Cárdenas y Aquila. O bien los balnearios de Huandacareo.
Cada quien aprovecha la Semana Santa como puede, muchos, sino es que la mayoría significa trabajo, si acaso uno o dos días de descanso, pero finalmente, aunque desde lejos observan la llamada Semana Mayor.
Es evidente que la descomposición social es una realidad en México. Todos estos días previos a los días santos, hemos visto la violencia, ejecuciones, robos, y tantos delitos como ha ocurrido durante todos estos años. México ha cambiado, pero desgraciadamente, en buena medida, ha sido para mal.