Poder y dinero
No he conocido, en más de 42 años de escribir sobre la realidad nacional, un político más previsible que Andrés Manuel López Obrador.
Si revisas su historia, que en mayoría es pública, verás que hoy habla igual que cuando comenzó en Tabasco, que persigue los mismos objetivos, que entiende a la sociedad de idéntica manera. Es un líder social que tiene una ideología muy conocida, que no oculta intereses.
Por eso, porque es tan previsible, lo que sorprende es la reacción mayúscula, negativa, exagerada, apocalíptica ante el anuncio de la cancelación del proyecto del aeropuerto de Texcoco.
Este, que no se iba a construir, fue lo que repitió una y otra vez en campaña.
Es un compromiso. Y López suele cumplir sus compromisos.
¿Es qué no lo conocen? ¿Por qué desgarrarse las vestiduras ante lo que se veía venir desde la misma noche del día de la elección presidencial? La ecuación es muy simple, si elegían a López Obrador, si resultaba triunfador lo que habría en el país sería un cambio basado en sus compromisos, en lo que incluso escribió como libro, en su visión del país.
Por lo tanto, lo de la cancelación del aeropuerto es simplemente uno de muchos. Es el inicio de lo que vendrá, que ya fue anunciado. Y que, como el tema de la cancelación de la pensión a expresidentes de la República, con el apoyo del Congreso será muy fácil echar a andar.
Si no les gustaba esto a los señores del dinero, a todos los que hoy sienten que sus intereses están siendo dañados, habrá que preguntarles por qué no buscaron un candidato que pudiese convencer a otros treinta o cuarenta millones de mexicanos en contrario. Porque lo que López tiene es la voluntad popular expresada en las urnas. Los demás, hay que insistir en esto, sus intereses.
Que sean o no intereses que puedan afectar el futuro del país, la estabilidad de la moneda, o la inversión extranjera, no nos queda sino esperar que la gente, los colaboradores del próximo mandatario sepan qué hacen mejor que los que hemos padecido.
Con el actual gobierno sufrimos una devaluación del peso superior al 70 por ciento, el poder adquisitivo de millones de mexicanos disminuyó tremendamente, se perdió mucho de la permeabilidad social y tuvimos, también, el agravio permanente de quienes ganan millones de pesos, de políticos enriquecidos con negocios desde el poder que utilizaron el aparato público para su beneficio.
¿Por qué la Consulta sobre el Aeropuerto si todo estaba decidido? En lo personal me parece un instrumento para probar, o en su caso demostrar, que la opinión de muchos está a favor de las decisiones de López Obrador. ¿Era necesaria? Se puede discutir, creo que fue un experimento que va a tener repercusiones en nuestra vida política.
Lo único cierto, innegable, es que ya sabíamos de qué lado masca la Iguana con López Obrador…