Ráfaga
Morelia, Mich., 8 de octubre, 2017.- A veces la egolatría nos hace perder el piso. El ex presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, si en verdad quiere ayudar a su esposa Margarita Zavala es mejor que se mantenga en silencio. Para mucha gente que simpatiza con ella prefiere verla sola.
Margarita no ha demostrado ser una mujer de mucha estatura política, incluso no ha dado muestras dignas de tomarse en cuenta, pero es una persona agradable que se ha manejado favorablemente en los medios de comunicación.
Su renuncia al PAN es obvio que obedece, en primer término, en pegarle en donde más le duele al dirigente nacional del blanquiazul Ricardo Anaya. Todo es coyuntural, así como Felipe Calderón se adueñó de Acción Nacional, así lo está haciendo ahora el grupo de Gustavo Madero. El punto más importante es que todas las fuerzas políticas con excepción del PT pretenden cerrarle el paso a Obrador.
La razón todos la sabemos. Son demasiados intereses que están en juego. Paran unos es muy importante que el país no cambie de rumbo, otros piensan que el posible arribo de Obrador a la Presidencia de la República vendría a destapar muchos juegos sucios de la política nacional de al menos los últimos 17 años.
Pero, el sistema político ha enriquecido a muchos actores de partidos y gobierno, y nadie quiere poner en riesgo sus negocios. Decir que Obrador es lo peor que le puede suceder a México es puro rollo mal viajado. Fue jefe de gobierno de la Ciudad de México y realizó un buen papel como lo han hecho casi todos los gobiernos perredista. La preocupación va por otro lado.
La división del PAN también fragmentará los votos de este partido. Como están las cosas hasta el día de hoy, ni al PRI, ni al llamado Frente, ni a Margarita Zavala les da lo que tienen para ganarle a Obrador. Como lo hemos dicho, eso no significa que lo dejen ganar, aquí el problema es cómo legitimar un posible fraude.
No es cualquier cosa, se trata del poder máximo, así que tendremos todavía muchas sorpresas, aunque si los partidos en verdad quisieran a México buscarían otra forma de hacer política, porque los mexicanos estamos muy lastimados, sometidos por la violencia y la corrupción y la desigualdad social, y ya de shows estamos cansados.