Comienza la limpia en Veracruz
· Marcelo Ebrard pidió correr a Tonatiuh Guillén en el INM
· Ha apantallado a López Obrador desde el sexenio pasado
· Pero inicia una mala semana con su agenda para el 2030
No fue renuncia.
Tampoco despido.
Al menos no decidido de origen por Andrés Manuel López Obrador.
La salida del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López, tuvo un origen hasta ahora no revelado.
Su salida fue decidida por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, quien lleva de cabo a rabo el operativo comprometido en Washington ante el gobierno de Donald Trump para contener migrantes.
De hecho su salida comenzó a operarse antes de haber sido solicitado a y acordado por López Obrador.
El 11 de junio se dio a conocer el grupo de seguimiento para satisfacer a Trump.
Lo preside Ebrard Casaubón y por recomendación suya no fue incorporado Guillén López, pero sí el ex jefe policiaco capitalino Francisco Garduño, flamante titular del INM.
Los demás integrantes son: el general Vicente Antonio Hernández, Javier May, Horacio Duarte y Maximiliano Reyes Zúñiga, éste ojos y oídos del canciller.
UN PRESIDENTE APANTALLADO
Dicho en mejor español:
Desde antes de aquella fecha estaba decidida en Palacio Nacional la salida de Tonatiuh Guillén López.
No tenía peso frente a quien todo el sexenio pasado tejió relaciones con líderes políticos y representantes de gobiernos de varios lugares del mundo.
Sobre todo de Europa y Estados Unidos, pues cuando Hillary Clinton competía por la candidatura presidencial del Partido Demócrata, Marcelo Ebrard Casaubón ya tenía contactos con su equipo de campaña.
Le acercó a Andrés Manuel López Obrador.
También tendió puentes con el entorno de Donald Trump.
El preferido de los republicanos entonces era el secretario de Hacienda peñista Luis Videgaray, pero Ebrard Casaubón tocó otras puertas republicanas muy conocidas por él.
Una de ellas también es familiar para los mexicanos: Rudolph Giulliani, el ex alcalde de Nueva York que impuso el orden con su política tolerancia cero y a quien contrató como asesor.
No prosperaron muchas de sus propuestas, pero nadie puede negar la mejoría en la seguridad pública respirada por los capitalinos durante el sexenio 2006-2012.
Hoy añoramos aquel período ebrardista y, por lo visto con el gobierno de Claudia Sheinbaum, cada día extrañaremos más esa etapa.
PERO INICIA UNA MALA SEMANA
1.- Si la semana anterior fue apoteósica para Marcelo Ebrard Casaubón, ésta no comenzó de la mejor manera.
Más allá de su participación en la conferencia de prensa mañanera, tenía un evento preparado para Palacio Nacional y a última hora lo mandaron a la sede de la Cancillería.
Es la reunión del Consejo Nacional de la Agenda 2030, la cual se anunciaba con participación de Andrés Manuel López Obrador, gobernadores, diputados, senadores y otras personalidades.
Pero sólo fueron tres gobernadores –Ignacio Peralta (Colima), José Rosas Aispuro (Durango) y Omar Fayad (Hidalgo), pero ausentes cuatro invitados más.
Tampoco fueron Martí Batres (Senado), Mario Delgado (Cámara de Diputados) y Ricardo Monreal, éstos coordinadores de en San Lázaro y el Senado por el partido gobernante.
Sí fue, en cambio, el presidente camaral Porfirio Muñoz Ledo para satisfacción del coordinador de los trabajos, el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, quien al final leyó sus propias conclusiones.
Y 2.- la comunidad científica menciona con insistencia y propone a Pedro Alvarez-Icaza para subsecretario en Semarnat.
Es una forma de reorientar la política ambiental, tan desprestigiada con la salida de la ex secretaria Josefa González Blanco.