Poder y dinero
No debiera sorprendernos.
Morena es un partido a imagen y semejanza del gobierno.
Por una parte, el partido del gobierno es herencia directa del eterno pleito tribal del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ahí están sus genes, sus tribus, sus facciones contra las cuales luchó -y fue derrotado- su fundador Cuauhtémoc Cárdenas.
Por la otra, la suma de arribistas ni podía dar otro resultado.
Hoy esas facciones se han repartido en dos frentes, uno a favor de Porfirio Muñoz Ledo y el de enfrente por Mario Delgado, ambos diputados.
No lo cuente en voz alta, pero la orden se dio hace diez días, el fin de semana antepasado: el elegido debería ser el coordinador parlamentario.
Aquí lo dijimos la semana pasada:
Le tuvieron miedo a Muñoz Ledo porque no es incondicional de Palacio Nacional y no garantiza obediencia suprema.
El desorden del partido del presidente, cabe aclarar, no es nada diferente a las condiciones de anarquía que imperan en el país en todos los aspectos.
Seguridad pública, feminicidios, incapacidad en la entrega de medicamentos, discordancia en las estadísticas de muertos por Covid 19…
INCUMPLIMIENTO DEL INE
El caso de Morena tendrá muchas repercusiones.
El Instituto Nacional Electoral (INE) de Lorenzo Córdova no cumplió la encomienda ordenada desde el Poder Ejecutivo y transmitida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
La instrucción era sacar un proceso limpio, incuestionable.
Pero no fue así.
Tendencia no es igual a votos, argumenta el Instituto, pero las tendencia se traducen en votos y favorecen a Porfirio Muñoz Ledo.
No cumplió con el deseo de encaramar, sobre las cifras reales, a Mario Delgado tras los 14 puntos originales de Muñoz Ledo.
Hoy sufre el descrédito.
¿Cómo enmendará su error?
Tras el desprestigio puede venir la descalificación presidencial para las elecciones constitucionales intermedias del 2021.
Si no pudo guiar una contienda partidista, menos un proceso nacional transparente, llamado el “más grande de la historia”.
Usted lo conoce.
EL REGRESO AL ROJO
1.- Los números de Covid 19 confunden, pero tampoco son favorables.
Por la incidencia de contagios han entrado a revisión varios estados y no se sorprenda si en la próxima semana al menos dos de ellos regresan a semáforo rojo.
Inclusive algunos gobernadores, como el jalisciense Enrique Alfaro, están dispuestos a tomar otra vez medidas radicales.
2.- Quien no esperó es el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada: decidió actuar en su esfera de poder.
Ordenó reducir en 50 por ciento el personal de servicio administrativo y público municipales ante el incremento de infectados.
Y 3.- no es normal, pero al final de su sexenio Claudia Pavlovich puede presumir medallas federales.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) coloca a Sonora en el primer lugar en materia de transparencia y combate a la corrupción.
Además, Pavlovich está en los primeros lugares de calificación entre gobernadores, amén de manejar la pandemia de manera adecuada.
Por eso, resalta la Secretaría de Salud (SSA), ha podido reactivar su economía sin necesidad de regresar el semáforo sanitario.