Tigres de arena/Bismarck Izquierdo

“Incultura Democrática”

“Bajo la tiranía es más fácil actuar que pensar.”

Hannah Arendt

Durante las semanas recientes se ha atestiguado un fenómeno inédito en el ámbito político mexicano: la más que anticipada-prematura carrera presidencial.

El presidente de la república y sus cómplices sin haber tenido éxito con sus planes A y B de reforma electoral han conseguido hasta ahora hacer a un lado a las instancias jurisdiccionales de la materia, llevando a la esfera pública su propio calendario y procedimientos.

Autoridades electorales locales y nacionales han eludido sus responsabilidades al escudarse en que mientras no exista un “llamado al voto” abierto no se puede hablar de un acto anticipado de campaña.

Desafortunadamente, el criterio lexicológico y semántico de interpretación de la organismos electorales está dañando el entramado del sistema político y de partidos en función del vacío legal “encontrado” para realizar la precampaña oficialista. Para quien redacta estas líneas es muy simple: aunque se “responda” una encuesta se está llamando al voto al margen de la ley. Defender la equidad en la contienda y aplicar la legislación vigente no les despoja de su imparcialidad ni a las autoridades ni a los juzgadores electorales. Los actos de precampaña del oficialismo llevan un llamado expreso al voto aunque no se hayan manifestado de manera oral o escrita.

Uno de los grandes triunfos de la joven democracia mexicana fue precisamente el haber aprendido a respetar al “árbitro” y a acatar las decisiones jurisdiccionales que ratificaran los triunfos en los innumerables procesos que ya se han realizado. Hoy desde el partido del presidente se ha consumado un grave retroceso más allá de si el INE y los OPL corrigen sobre la marcha.

Lo anterior no significa que el PRI y la Alianza VaXMéxico romperán la legislación electoral o caerán en las provocaciones oficialistas. Si algo ha defendido la Alianza es el estado de derecho y la equidad de la contienda, sin embargo, el enrarecimiento provocado desde palacio nacional ya ha comenzado a mostrar las falencias del sistema electoral de nuestro país.

El ataque a las institucionales electorales no ha de extenderse y tanto partidos como ciudadanía deben exigir a la autoridad electoral actúe en consecuencia cuando se hayan presentado las denuncias pertinentes. En este contexto, de nada sirve dejar precedentes y sentencias cuestionables si el objetivo del partido del presidente es desaparecer al último dique de contención política en México. El único precedente aceptable a esta altura será aquél que sancione a cualquier aspirante que esté violando la ley electoral sin distingo de colores.

De manera respetuosa, se le recuerda a quienes integran el INE, los OPL y los órganos jurisdiccionales electorales que sin partidos políticos en competencia no van a tener mucha materia para juzgar. La existencia de los partidos depende del voto popular y el electorado mas no del capricho ni las ínfulas dictatoriales de un personaje o un grupúsculo. 

La patológica incultura democrática del partido oficialista no ha de propagarse más porque el daño será irreversible. De por sí ya es enfermizo el tener a la sociedad politizada y polarizada por causa de los yerros presidenciales, ahora sumarle el desgaste de una contienda adelantada sólo agregará más elementos a un país ya muy lastimado y debilitado en sus estructuras.

Se formulan votos para que las autoridades electorales tomen el liderazgo que deben y coadyuven en el mantenimiento de la paz y la civilidad de la mano de los partidos y de  la sociedad civil organizada. La resistencia y defensa es conjunta, partidos y autoridades electorales deben hacer bloque para blindar el proceso electoral más cuestionado de la época reciente. Ojalá que se genere dicha sinergia.

Bismarck Izquierdo Rodríguez

Secretario de Cultura del CEN del PRI 

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