Frente a la guerra
“Vargas Llosa, inmortal”
“Se comprende que desde entonces, Lamartine, cuya estrella política no volvería a levantarse después de aquel fracaso, contrajera una desconfianza visceral hacia todo aquello que —como, a su juicio, hacía la ficción— podía dar a las masas la tentación «de lo imposible».”
Mario Vargas Llosa (2004).
Durante la jornada del 3 de febrero, en París, Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl), desde su cuenta de Twitter, narraba el rito de instalación de su padre en el seno de la Academia Francesa, el cual se desarrolló de forma exitosa y en el que el premio Nobel simbólicamente “ratificó” su influencia en la cultura occidental.
La Academia Francesa fue fundada en el año 1635, por el cardenal Richelieu, y se le apoda a sus miembros desde entonces como los “inmortales”, por alusión al discurso del propio cardenal —“A la inmortalidad”—, quien refiere que uno de los objetivos de esta institución es el alcanzar la “inmortalidad” de la lengua francesa.
Mario Vargas Llosa ha sido aceptado a la Academia Francesa para ocupar el asiento que dejó el destacado filósofo Michel Serres y sobre quien deberá exponer un elogio durante la conclusión de su rito de ingreso. Ya en la ceremonia descrita por su hijo Álvaro se le pidió reflexionar en relación a una palabra francesa —“xérès”—, dedicando así su alocución a hablar sobre la ciudad española que lleva este nombre.
Sobre la obra literaria de Vargas Llosa ya se ha escrito mucho durante décadas, generaciones de lectores y académicos ya han desarrollado innumerables sobre ésta, manteniéndolo, al día de hoy, como el máximo referente de la literatura iberoamericana.
Entre los detalles que se han comentado sobre este evento, se ha señalado que si bien no hay un libro de su autoría redactado en francés directamente, es la influencia que ha tenido este país —en el que vivió 7 años de su vida— en su obra lo que ha sido determinante para que fuese electo.
Mario Vargas Llosa siempre ha externado su devoción por “Madame Bovary” de Gustave Flaubert y lo que le representó par dedicar su vida a la literatura. Asimismo, entre los ensayos más laureados que tiene dedicó un gran texto a Víctor Hugo, desarrollando una reflexión tan profunda como apasionada respecto de la obra del eterno novelista francés.
Debe recordarse que desde 2016 parte de su obra fue incluida en la prestigiosa colección de “La Pléiade” de la editorial Gallimard.
Octavio Paz en “El Arquero, el Blanco y la Flecha”, escribió que “la literatura tiene sólo dos temas: uno, el hombre con los hombres, sus semejantes y sus adversarios; otro, el hombre solo frente al universo y frente a sí mismo. El primer tema es el del poeta épico, el dramaturgo y el novelista…”, y éste tema es el que Vargas Llosa elevó a dimensiones que aún pocos han logrado comprender y que hoy se tangibiliza en su introducción a esta institución francesa.
Con este suceso, Vargas Llosa se une a 34 académicos más cuya misión se centra en dirigir y regular la evolución de la lengua francesa, entre los que destacan Amin Maalouf, Maurizio Serra y Florence Delay, sólo por citar a unos cuantos. De igual forma, se une su figura a la constelación a la que pertenecieron Marguerite Yourcenar y Jacqueline de Romilly
Como dato curioso, la Academia Francesa, entre sus 739 eternos, sólo ha contado con 10 mujeres, mismas se han ido incorporando desde 1980. También, entre este selecto grupo, han pertenecido a esta institución 8 galardonados con el premio Nobel —3 de ciencias y 5 de literatura—.
El 9 de febrero se concluirá el proceso de ingreso de Mario Vargas Llosa a la Academia Francesa, este hito difícilmente se repetirá en este siglo y quienes hemos seguido su trayectoria y admirado su obra comprendemos la relevancia de este éxito personal que ha obtenido el maestro peruano.
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI
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