Declaraciones de México y Oaxaca
La fractura interna de la 4T, en voz de Víctor Toledo, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), quizá se escuchó escandalosa, pero no es novedosa.
Al interior de eso que llaman Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) hay más pugnas de lo normal… y de lo que quisiera su caudillo.
De hecho, algunos grupos radicales, inspirados en el ejemplo del propio López Obrador, han reiniciado una acción de zapa, con el fin de debilitar instituciones que ellos consideran “un lastre” para el avance de la “transformación”.
Así se ve, por ejemplo, el caso del senador Martí Batres, quien prepara una iniciativa para restar atribuciones al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y dejar en manos de la Suprema Corte la resolución de fallos electorales controversiales.
Sin embargo, otro grupo de Morena, encabezado al parecer por el senador Higinio Martínez Miranda, se pronunció en contra de esa iniciativa. Textualmente advirtió:
“El Grupo Parlamentario de Morena rechaza las intenciones de una pequeña fracción de legisladores que pretenden restar facultades al Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación, porque no representan el sentir de la mayoría de Morena, instituto político y movimiento social que desde su fundación ha pugnado por el respeto a la ley, a la Constitución y a las instituciones que de ella emanan.
Advirtieron que, por encima de cualquier interés, personal o de grupo, mantiene firme su respeto a la ley, a la Constitución y a sus instituciones. Esto, en medio de la pugna interna que ya vive Morena por la designación de dirigencias estatales.
Estos dos hechos: las fracturas en el gabinete y la pugna interna por el control de Morena, configuran un frente de disrupción para el presidente de la República, con todo y que las encuestas marcan a Morena como favorita para el 2021.
En los hechos, aunque evidentemente el Lopezobradorismo mantendrá un enorme volumen de poder, lo cierto es que los proyectos gubernamentales están haciendo agua y claramente algunos de ellos van a naufragar.
En el ambiente ya flota esa percepción, de que el gobierno federal tiene profundas discordancias, ya no sólo en sus estrategias, sino con la realidad.
Prácticamente, todos esos proyectos estelares del presidente López Obrador se encuentran cuestionados y van a contracorriente; incluso del orden internacional.
En el aspecto de sustentabilidad y ecología, el régimen de la 4T se pinta hoy como uno de los más retrógradas del mundo, con teorías disparatadas sobre la reutilización del carbón en sustitución de la energía eólica.
De hecho, este fue el meollo de la inesperada declaración de Víctor Toledo, que se refería precisamente a la política ambiental del gobierno, la cual es prácticamente inexistente.
“Este gobierno es un gobierno de contradicciones brutal, y toda nuestra visión que aquí la compartimos todos nosotros, no está para nada en el resto del gabinete y me temo que tampoco está en la cabeza del Presidente, hay que decirlo”.
Se refiere, justamente, al tema ecológico. Y de esto señaló a un responsable directo:
“Ejemplos concretos es que Alfonso Romo, que ha adquirido enorme centrabilidad y poder dentro del gobierno, dado por el presidente, es el operador principal para bloquear todo lo que efectivamente se ha dado en la línea de lo ambiental, de la transición energética, de la ecología, todo el tiempo”.
Así, aunque miles de sus seguidores, si no es que millones, mantienen su lealtad, cada día es más difícil defender posturas que han rayado en la incongruencia, la necedad y la absoluta falta de rumbo.
Hasta usar o no el tapabocas, con 52 mil muertes de Covid19 encima, se ha convertido en un acto de testarudez, que deja pasmados a sus propios asesores.
Peor aún cuando hay evidencias de que el Régimen de la 4T ha pretendido utilizar la pandemia para radicalizar y polarizar posturas, y crear una marcada división entre pobres y ricos.
Hogares enlutados
El 17 de junio pasado, en una declaración sorprendente, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell dijo que la pandemia “fue importada a partir de grupos sociales de alta capacidad económica, financiera”; “grupos adinerados del país”.
“Los primeros casos se presentaron y posteriormente se mantuvieron, en las relaciones sociales entre ciertos grupos económicos de alto poder adquisitivo”.
Estas declaraciones ya venían precedidas por otras, como la del gobernador de Puebla, Miguel Ángel Barbosa, quien dijo que los pobre no se infectaban, porque es una enfermedad sólo de ricos.
Los hechos derribaron brutalmente estas afirmaciones. Hoy, estadísticamente está demostrado que las clases de menos ingresos y de menor nivel educativo, son las que han padecido la desgracia de ver enlutados sus hogares.
Las imágenes y el discurso
Peor aún. Los mensajes del presidente López Obrador cada día son menos convincentes. Las imágenes destrozan el discurso:
Aparecer, por ejemplo, con El Komander (hacedor de narcocorridos y apologías a la violencia), en una gira por Sinaloa, sin tapabocas y con dos niños ahí junto, es la muestra máxima de la irresponsabilidad oficial y de un machismo que México debiera erradicar.
Es un ejemplo nefasto, más aún cuando el mismo día, el propio Congreso de la Unión emitió un punto de acuerdo para hacer un llamado a la Secretaría de Salud y sus homólogas en los estados del país, a fin de que fortalezcan las campañas de información sobre el uso adecuado del cubrebocas entre la población.
A nivel mundial, ya se coincidió también en que el dichoso cubrebocas, si bien no alivia la pandemia, si coadyuva a su contención.
Sea como sea, fuera de toda lógica, el mandatario apareció además en un acto público, acompañado por la gobernadora de Sonora, ella sí con el tapaboca, y él, con una actitud de macho mexicano y una sonrisa que ya nadie se explica.
Los estigmas
52 mil muertes son ya un estigma. Haga lo que haga, López Obrador ya no se podrá sacudir ese karma en lo que resta de su sexenio, y ni aún después, si su pretensión es la de reelegirse o mantenerse en el poder dentro de Morena.
Pero, insistimos, no es sólo la fracasada estrategia en materia de salud pública.
Urgido de buenas noticias, la 4T divulgó como un gran logro, a principios de la semana, la detención del líder del cártel de Santa Rosa de Lima, mejor conocido como “El Marro”.
Poco ha servido este anuncio. No es que se quiera escatimar los triunfos, pero en el ánimo social todavía pesa, como una gran afrenta el llamado “Culiacanazo”.
Fue un auténtico manotazo al Estado mexicano por parte del cártel de Sinaloa, luego de que, por orden presidencial, se dejó libre a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo y no se le abrió proceso por atentar contra la seguridad nacional.
Así, la noticia, que sería como un canto de albricias y anuncio de las “buenas nuevas” en medio del desastre nacional, se esfumó, porque además el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lo capitalizó ya como un logro de su grupo.
Ahora, ellos prometen que darán seguridad a la región y pacificarán a Guanajuato. Es decir, otra vez se derrumbó el discurso oficial.
Sin amarres ni proyecto
Como colofón de todo esto, hoy vemos el análisis de un catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien advierte que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) “parece más un manifiesto político que un ejercicio de planificación con un enfoque técnico”.
El doctor Manuel Lara Caballero, catedrático de esa institución, advirtió que el PND propone modificar el paradigma del modelo neoliberal y resolver los grandes problemas del país, pero “sin abundar en equidad de género, ni el medio ambiente”
“Además de que carece de indicadores para medir objetivos y metas”. Reconoce que el documento es “diferente al de gobiernos pasados”, pues prioriza el tema social sobre el económico.
Sin embargo, adolece de elementos técnicos mínimos para determinar objetivos, diagnósticos, estrategias transversales y líneas de acción, así como de parámetros con información completa, por lo que parece más un manifiesto político que un ejercicio de proyección con enfoque técnico.
Proyectos infectados por el Covid19
En suma, los hechos empiezan a demoler el discurso. Los proyectos fundamentales del Lópezobradorismo, simplemente no caminan.
Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, el Banco del Bienestar, el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, son proyectos infectados por el Covid19
El tema policiaco, la guerra contra el crimen organizado y el escándalo político se convierten, más que nunca, en la tablita de salvación para un gobierno que dice haber erradicado la corrupción, pero los logros no se ven por ningún lado.
La pandemia, lejos de diluirse, va jalando poco a poco esa popularidad que tanto preocupa al primer mandatario, que se aleja cada día más de las masas, porque sus viajes han sido ensombrecidos por protestas y reproches.
Bajo esta tónica, sólo la detención de Enrique Peña Nieto o Luis Videgaray podrían revertir la caída que paulatinamente está sufriendo la Cuarta Transformación. La prometida transparencia de sus actos, hoy simplemente es anécdota.
De las 1,350 sucursales del Banco del Bienestar que deberán estar construidas este año, hasta el momento se han concluido solo 53 en 18 estados del país, es decir, la meta de 12 meses reportaba solo un avance de 3.92%.
Del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, egresaron 420,741 jóvenes entre 2019 y 2020, pero de ellos, sólo 22.4% se quedó en el centro donde se capacitó o pudo colocarse en otro trabajo. Es decir, solo 2 de cada 10 lograron el objetivo.
Estos son dos de los proyectos estelares del gobierno de la 4T, que hasta el momento presentan cifras negativas a 5 meses de concluir el año.
En cuanto al Banco del Bienestar (antes Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros), el objetivo es construir 2,700 sucursales y encargar su manejo al Banco del Ejército.
Pero lo grave del caso es que, según información publicada hace unos días por el diario REFORMA, el gobierno federal tuvo que cancelar un contrato por 10 mil 800 millones de pesos para la construcción de 8 mil cajeros electrónicos.
El contrato había sido adjudicado directamente, sin licitación, a la empresa VivColmex la cual, según el diario citado, no tenía ninguna experiencia previa en ese sector. El gobierno federal decidió suspender el contrato de forma unilateral.
Ahora, la empresa presentó un amparo contra las autoridades por lo que considera una terminación anticipada e injustificada del convenio. VivColmex cobraría por renta de cajeros, software, dotación y traslado de efectivo, monitoreo.
Sembrar la discordia
Otro proyecto que hasta el momento se encuentra empantanado, es el de Sembrando Vida. De una meta de 574 millones de árboles y plantas por sembrar, sólo se han logrado 80 millones y no hay un padrón completo de los beneficiarios.
El control de dichos padrones está en manos de la estructura denominada Servidores de la Nación. Además, según el CONEVAL, dicho proyecto no cuenta con mecanismos para determinar métodos apropiados de plantación por región.
Tampoco cuenta con calendarios de distribución y entrega de plantas, que coincida con los ciclos agrícolas, para evitar su muerte. Cada uno de los beneficiarios, que posean hasta 2.5 hectáreas, recibiría 60 mil pesos al año.
El año pasado, este programa contó con un presupuesto de 15 mil millones de pesos y para este año subió a 28 mil 504 millones, que representa el 59% del presupuesto de la Secretaría de Agricultura. Hasta el momento, no ha rendido frutos.
Peor aún: en su primer año de operación se descubrió que a 250 mil campesinos beneficiarios del mismo, les fueron descontados 500 pesos a cada uno para crear un presunto “Fondo del Bienestar”.
Según el CONEVAL, hasta el momento los beneficiarios no cuentan con un documento legal que compruebe dicho ahorro, ni saben dónde se depositó.
Andrés Manuel López Obrador se empieza a quedar sin salidas. El único golpe efectista que puede levantar su popularidad, es meter a la cárcel a Enrique Peña Nieto o, ya de perdida, a Luis Videgaray.
Sin embargo, más de un 50% de la población tiene la idea de que López Obrador no lo hará. ¿Hasta donde llegan los pactos y los acuerdos no escritos con el viejo sistema del PRI?