Dignidad humana y la polémica que no fue
Este jueves, un grupo de campesinos y ganaderos realizaron una marcha para solicitar atención al problema de robos que afectan al sector en la zona oriente de Tlaxcala.
Esta movilización, que afectó la circulación sobre la carretera México-Veracruz hacia la ciudad de Huamantla, llama la atención por diversas razones.
Una de ellas es que, entre los participantes, había verdaderos productores agropecuarios, pero también políticos oportunistas que, de cara a las próximas elecciones, buscaron sacar provecho de la situación.
Uno de los nombres mencionados en la cobertura mediática fue el de Efrén López, ex alcalde de Cuapiaxtla, cuya gestión fue ensombrecida por su prepotencia y malos manejos financieros.
El también exdiputado local no solamente se presenta como “ejidatario” y “líder agrario”, sino también como “activista” y “defensor de los derechos humanos”.
Incluso, en noviembre pasado, expresó su interés de buscar una candidatura por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Detalles como este, lamentablemente, contaminan las demandas de los genuinos representantes del sector, porque sus expresiones son utilizadas para tratar de beneficiar proyectos personales.
Otro aspecto que vale la pena notar es que, dentro de la caravana, hubo quienes no sabían si la marcha terminaría en Huamantla, o si continuaría a la capital del estado, lo que sugiere que la comunicación relacionada con su organización no bajó a todos los participantes.
Y este punto es importante, ya que, así como hubo posiciones radicales, también hubo otras moderadas, especialmente, al plantear las condiciones de diálogo con las autoridades. Tan es así que, mientras unos acusaron desatención al problema y exigían destituciones, otros manifestaron su voto de confianza para establecer acuerdos y avanzar en la atención de sus problemas.
Información oficial de las instancias de seguridad pública indica que, en 2024, no ha habido reportes de robos de ganado en la zona de Huamantla. Y esto es así porque se ha reforzado la vigilancia para inhibir actos delictivos.
Por razones obvias, no es de conocimiento público, pero además de aumentar los patrullajes, se ordenó la presencia de personal de inteligencia e investigación en áreas estratégicas. Esto lo saben los productores, quienes han aportado datos relevantes para hacer frente a la delincuencia.
Y esto significa que las reuniones que los afectados han entablado con autoridades estatales y municipales se traducen en acciones que van probando su efectividad. También, que los casos que atiende ya la Procuraduría del Estado, y siguen su cauce legal, son anteriores.
Los manifestantes ejercieron su derecho de expresar su sentir de manera pacífica, y las autoridades establecieron contacto con ellos para iniciar una mesa de diálogo. Lo primordial es que la colaboración prevalezca para avanzar en las soluciones. Hacer lo contrario solo agrava la situación, más aún cuando se pretende politizar por vivales.