Para Contar/ Arturo Zárate
@guerrerochipres
La imagen de la abuela con las llaves del ropero dispuesta a enseñar los secretos a su nieta ha cambiado por la de una mujer con la mirada centrada en la pantalla y entre sus manos un DualShock 4.
El estereotipo creado por Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, en la canción infantil Di por qué, lanzada en 1963, encuentra referencia contrastante en las personas adultas mayores y los videojuegos.
De acuerdo con un estudio de AARP Research, en el mundo hay 52.4 millones de videojugadores mayores de 50 años, un aumento del 38 por ciento respecto al 2016.
Los videojuegos no son exclusivos de la juventud. Ejemplo de ello es Hamako Mori, una gamer japonesa de 93 años, con más de medio millón de seguidores en YouTube. La mujer empezó a jugar en la década de los 80 cuando le dio curiosidad saber qué tenía atrapados a las y los jóvenes.
En aquellos años se compró la Super Cassete Vision, una consola vendida únicamente en Japón; ahora disfruta de jugar en Play Station 4 y de su control DualShock 4. Ella es la youtuber de videojuegos con más edad en el mundo, según Récords Guinnes.
Este 28 de agosto se conmemora en México el Día de las y los Abuelos, y el 29 es el Día Mundial del Videojuego. Ambas fechas nos llevan a conocer historias como la de Hamako, así como los beneficios de estas plataformas en personas adultas mayores: fortalecimiento de la memoria, atención y capacidad de resolución de problemas.
Los videojuegos ofrecen un sentido de logro y progreso, elementos esenciales para el bienestar emocional, especialmente en una etapa de la vida donde la soledad y el aislamiento pueden ser desafíos comunes.
Desde el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México hemos apoyado a más de 3 mil 400 personas adultas mayores este año a través del programa “Dignidad Mayor”. Las principales situaciones reportadas son maltrato y abandono.
Las abuelas y abuelos pueden encontrar en los videojuegos una forma de conectar con otros familiares, en particular nietos, al crear lazos intergeneracionales. Además de tener un espacio de distracción de las preocupaciones cotidianas.
Antes de subestimar las capacidades de las personas mayores es mejor reconocer y promover los beneficios las plataformas virtuales para todas las edades, especialmente para aquellos que disfrutan de aprender y mantenerse activos.
Ahora, antes de pedir a la abuela que nos muestre su ropero, tal vez sea mejor decirle: ¿una partida, abue?