Libros de ayer y hoy
Que el mentiroso no es Nieto, sino Reforma
Vaya pieza de observación que resultó el ex fiscal Santiago Nieto. Ahora dice que no dijo lo que el diario Reforma le atribuyó.
Sostiene que el ex director de Pemex no lo presionó por el caso Odebrecht.
Nunca dijo lo que publicó el diario el 18 de octubre: “El ex director de Pemex, Emilio Lozoya, presionó al fiscal Santiago Nieto para que declarara públicamente su inocencia, e incluso, pidió que le ofreciera una disculpa”.
Jamás dijo eso, sostuvo Nieto ayer por la mañana en entrevista con Carlos Loret en Televisa.
¿Y por qué no desmintió a Reforma cuando lo tergiversó?
Lo explicó con Loret: “Respeto absolutamente la libertad de expresión del reportero. Si él quiso encabezar su nota con las palabras que lo hizo, lo hace en ejercicio de su libertad de expresión, y bajo ninguna circunstancia yo, como funcionario público, podría bajo ninguna circunstancia limitar la libertad de expresión de alguien o el derecho a la información”.
Tenemos entonces a un fiscal que da una entrevista, que le publican información que nunca dijo, y él no desmiente “por respeto a la libertad de expresión”.
¿No era su tarea dejar absolutamente claro que no fue presionado y que la información que se publicó era falsa?
Perdón, pero nadie permite que le pongan en su boca información delicada que nunca ha dado.
Loret le preguntó si Lozoya lo había presionado. Y ahora, una vez desatado el escándalo con todo y su remoción, contestó:
“Una carta como la que presentó el señor Lozoya, y es lo que yo estaba planteando, no presiona a persona alguna”.
Le dijo a Loret, en corrección a lo publicado por Reforma:
“Cuando nuevamente se señaló si me había sentido presionado, y mi respuesta fue: ‘la FEPADE tiene la fortaleza de enfrentar éste y cualquier tipo de casos, en virtud de que es importante señalar que se tiene un diseño institucional que pueda hacer frente al proceso electoral del año 2018′”.
Por eso dice Santiago Nieto que él no mintió. Según su entrevista con Carlos Loret, el que mintió fue Reforma.
Cada quien saque sus conclusiones de a quién le cree, pero si le hubieran falseado sus dichos habría desmentido de inmediato y no lo hizo.
Pero no es sólo por mentiroso que la PGR decidió terminar de tajo con la impunidad de Nieto Castillo, sino por entregar a la publicidad (de su diario favorito) elementos de una investigación en curso, que se lo prohíbe expresamente la Constitución.
Eso no lo puede hacer un Ministerio Público. Violó la presunción de inocencia de Lozoya y pone en riesgo el debido proceso.
Quienes piden -y somos la mayoría- que se castiguen los sobornos de Odebrecht a funcionarios mexicanos, deberían ser los primeros en exigir que no se le abra la puerta a nadie por violaciones al debido proceso.
Pero no. Están convirtiendo a este fiscal en una suerte de héroe civil, igual que en su momento hicieron (guardando las proporciones pero con el mismo guion) con Pablo Chapa Bezanilla, como apuntó ayer Jorge Fernández en Razones.
En medio del sainete de este fiscal mentiroso y protagónico, está su manifiesta parcialidad en favor de Morena en sus omisiones para investigar y pedir sanción a la campaña adelantada de López Obrador rumbo a la Presidencia.
Y de pronto, sin venir al caso, aparece el PAN en defensa del depuesto titular de la FEPADE.
Sus legisladores, del brazo de Layda Sansores y otros próceres de Morena, tomaron la tribuna del Senado porque están en contra de una decisión de la mayoría: que se cite al encargado de la PGR, al ex fiscal, y que se vote de manera secreta (como secreto fue el voto para elegirlo) su reinstalación o no.
El partido de las leyes y del orden, feliz con los procedimientos golpistas del partido de López Obrador.
Qué cosas estamos viendo.