Libros de ayer y hoy
Dice López Obrador que en caso de llegar a la Presidencia va a bajar la inseguridad como hizo en su gobierno del Distrito Federal. Miente.
Y miente en los puntos más sensibles para la población.
Durante su administración la Ciudad de México se convirtió en la capital del secuestro del país, se masificó el narcomenudeo y el consumo de drogas. Hasta el día de hoy no podemos quitarnos esa segunda plaga criminal, que tiene su epicentro en una delegación gobernada por Morena, Tláhuac, y cuyo delegado acaba de ser hecho candidato a diputado por López Obrador.
De acuerdo con cifras del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, publicadas en Crónica en 2005, bajo la administración de AMLO los secuestros subieron en 100 por ciento.
Sólo en lo que se refiere a secuestros denunciados, hubo 913 plagios de alto impacto y alrededor de seis mil de tipo exprés, lo que da -según cifras oficiales- unos siete mil secuestros durante los cuatro años y ocho meses de su mandato. Treinta y nueve plagiados fueron asesinados durante su cautiverio, de los cuales 14 eran menores de edad.
Con López Obrador en el gobierno, en el Distrito Federal se daba el 44 por ciento de los secuestros que se realizaban en el país.
Hoy, en cambio, la Ciudad de México sólo concentra el 4.1 por ciento de los plagios del país, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en tanto las cifras de la organización Alto al Secuestro, que dirige Isabel Miranda de Wallace, la CDMX tiene el 6.9 por ciento del total de casos que ocurren en México.
Sí, con AMLO se llegó a dar el 44 por ciento de los secuestros que ocurrían en todo el país (al inicio de su gobierno eran el 25 por ciento), y cuando millones de capitalinos marcharon vestidos de blanco en demanda de seguridad pública, López Obrador dijo que eran “pirrurris movidos por una mano negra”.
¿Ya se nos olvidó? Algunos estaban muy jóvenes en aquellos años. Otros fueron presa de la propaganda abrumadora en radio y televisión. Algunos fueron beneficiados, directos o indirectos, con los exitosos programas asistencialistas. Pero la realidad está ahí, en las hemerotecas. López Obrador convirtió a la capital del país en la entidad más corrupta e insegura de México (luego eso lo bajaría la siguiente administración).
Ése es el que dice que va a bajar la inseguridad en el país, como lo hizo en el Distrito Federal. Que los votantes nos libren.
Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, el Distrito Federal era la segunda ciudad de mundo con mayor número de secuestros.
Con AMLO ocupamos el primer lugar mundial de asesinatos de automovilistas.
Fuimos también el primer lugar mundial con más asaltos a transportes de carga.
Entre 2001 y 2004, el narcomenudeo creció en el Distrito Federal en 762 por ciento, de acuerdo con el reporte de la Procuraduría General de la República llamado “Problemática Social Generada por el Narcomenudeo”.
Fue con AMLO cuando se dispara esa actividad criminal en la capital del país.
Ahí la PGR asienta que el número de “tienditas” en que se vendía drogas en el Distrito Federal era de dos mil 111 expendios.
El informe asienta que la subsecretaría de Servicios Educativos informa que 62 mil estudiantes de secundarias públicas del Distrito Federal ya son (2004) consumidores de drogas.
La cantidad de droga comercializada al menudeo en la capital de la República es (en ese año) de 18 mil kilos.
Esa plaga que se filtró en el gobierno de López Obrador a la capital del país no ha podido ser erradicada hasta nuestros días (a diferencia de los índices de secuestro), pues dañó para siempre la salud personal y social de los capitalinos.
Sólo en robo de vehículos el gobierno de López Obrador puede presumir que hubo un descenso durante su administración, pero esa baja fue en todo el país.
Dice López Obrador que cuando gane la Presidencia se limpiarán de corrupción las policías. No lo hizo como Jefe de Gobierno. Miente una vez más, como veremos mañana.