Poder y dinero
Por sentido común, el PRI no va a ganar en las elecciones de junio en el Estado de México.
Su problema es que no tiene nada qué ofrecer.
Ya no es asunto del candidato, de si hay alianzas entre opositores o no las hay, sino de que el PRI se quedó sin argumentos para que la población vote por él.
¿Cómo va a pedir el voto el PRI a los mexiquenses?
¿Cuáles van a ser sus cartas para que la población se sienta atraída a darle su confianza por otros seis años en la principal entidad del país?
Su oferta va a ser, por ejemplo, ¿la seguridad?
Todo ese Estado se encuentra agraviado por el incremento de la delincuencia, y se vive una situación de espanto en las zonas más pobladas.
Como hemos reiterado en este espacio, de acuerdo con el INEGI, en Ecatepec (el municipio más poblado del país) el 95 por ciento de la población vive con miedo de ser víctima de la delincuencia.
El PRI, puede llevar de candidata a una mujer para buscar el respaldo de género. ¿Y los feminicidios? Edomex es un segundo Ciudad Juárez.
Entonces puede ofrecer, por ejemplo, ¿su antigua y sólida bandera de la paz social?
Para nada. Lo que hemos visto en materia de saqueos y pillaje hablan exactamente de lo contrario. Lo que hay en el Estado de México es descomposición social.
Es cierto que hubo manipulación política para cargar los acentos del vandalismo en el Estado de México, pero si no existiera un clima de deterioro social los saqueos habrían sido mucho menores.
O el PRI va a ofrecer, tal vez, ¿mejorar la situación económica de la población?
Imposible que venda esa promesa después del gasolinazo.
La medida de subir los precios del combustible fue inevitable pues no había otra alternativa, pero eso no implica que no haya una factura electoral que pagar. El poder desgasta, y más es esta época.
Hace seis años las inversiones fluían al Estado de México, había obra pública y una seguridad palpable en buena parte de la entidad, por lo que el PRI pudo literalmente barrer en las elecciones.
Pero ahora, en 2017, el PRI no tiene nada qué ofrecer a los mexiquenses.
¿Acaso el PRI va a prometer un duro combate a la corrupción? Imposible, porque a los ojos de la población hay mano blanda en ese terreno, al grado de que ni siquiera atrapan a Duarte.
La bandera de las reformas ya se gastó.
Una buena parte de la población las rechaza porque la propaganda contra las reformas nunca fue contrarrestada con una batalla en la opinión pública para defenderlas.
Sin ofertas en los temas de seguridad, economía familiar, paz social y combate a la corrupción, ¿qué le queda al PRI?
El voto duro ya es un mito. Ése lo tiene otro. Así es que el PRI va camino a la derrota en el Estado de México porque carece de argumentos para ganar el entusiasmo de la población.