Contexto
El gobierno no ha presentado el Acuerdo Nacional de Inversión en el Sector Energético, porque todo apunta a que se marginó a la iniciativa privada del atractivo sustancial de esa industria.
Adiós a las alianzas estratégicas de Pemex con el sector privado, descansen en paz las rondas petroleras y adiós a las subastas para que empresarios puedan producir y comercializar energías limpias.
Lo que se consiguió en el sexenio anterior, se perdió en este,
Por eso se echa toda la caballería mediática contra el pasado, y tamales para los ingenuos compradores de cachitos de Lotería de a 20 millones de pesos cada uno.
Con su dinero, los empresarios van a compensar, en parte, lo que se recortó en Salud para metérselo a Pemex, donde no tienen cabida.
¿Aún no entienden? No hay remedio. Son incompatibles.
El lunes se anunció que la empresa italiana ENI encontró un yacimiento de crudo ligero frente a la costa de Veracruz y Tabasco, en un bloque que ganó en la Ronda 2 del sexenio pasado.
Trescientos millones de barriles puede tener el yacimiento, y una producción diaria de diez mil barriles.
Mayor fue el hallazgo de Sierra, Premier y Talos Energy, que alcanza los 670 millones de barriles.
Todo lo anterior fue parte de la Ronda 2 de la secretaría de Energía. Ya no habrá Ronda 3. Se acabó.
¿Cuánto le costó al gobierno mexicano la exploración y perforación de esos yacimientos?
Cero pesos con cero centavos.
¿Cuánto le va a costar el gobierno mexicano extraer ese crudo?
Cero pesos con cero centavos.
Cuánto va a ganar el gobierno mexicano con esos hallazgos en que no invirtió nada?
Hasta 80 centavos por cada dólar de petróleo extraído.
En contraparte, el director de Pemex informó en septiembre que -gracias a la inyección de recursos- a fines de 2019 estarían produciéndose 103 mil barriles diarios en los trece campos prioritarios que desarrollaba Pemex.
¿La realidad? De esos trece campos sólo empezaron a producir tres, con cuatro mil 417 barriles diarios en total. Es decir, sólo el 4 por ciento de lo calculado por el director de la empresa.
A Pemex se le inyectaron el año pasado cinco mil millones de dólares provenientes de aportaciones fiscales y de “ahorros obtenidos en la lucha contra el huachicol”.
Todos sabemos que en esos “ahorros” van medicinas que se dejaron de comprar, ingresos de enfermeras y personal médico (practicantes) que se dejaron de pagar, caminos que se dejaron de hacer.