Visión financiera/Georgina Howard
PRONTO, EMPRESA GLOCAL. EL TRANSPORTE EN TLAXCALA
Espero que haya iniciado operaciones “Pronto”. Me dio gusto que un grupo de jóvenes tlaxcaltecas incursione en una empresa con pensamiento global, pero actuando aquí, en la tierra de Xicohtencatl, por lo que es exactamente una empresa glocal. Desde que empresas similares a “Pronto” llegaron a la ciudad de México, supuse que no tardarían en llegar a Tlaxcala, debido a que tenemos en el estado, el servicio de taxi más caro del país.
Espero que las autoridades del ramo en la entidad, no se arredren. Ojalá el síndrome Trump, no les invada. Deseo que estén al tanto de que la Globalización, no tiene vuelta de hoja. Lo veremos en el caso de Estados Unidos y lo estamos viendo en el caso de Inglaterra. A pesar de Trump y en contra de sus pretensiones de cancelar el Tratado de Libre Comercio, México y Estados Unidos, seguirán integrados comercialmente hablando.
Retomando el tema del transporte en Tlaxcala. No solo el taxi es caro en Tlaxcala. También lo es, el transporte público de pasajeros, tanto local como federal. La causa: No hay competencia.
Al no haber competencia, el servicio es caro. Algo más, no es de calidad. Con los transportistas de la entidad, ocurrió lo mismo que sucedió con los empresarios textiles: en los años de bonanza, se enriquecieron, que les dio gusto para todo lo que quisieron. Olvidaron una cosa: que para que la gallina de los huevos de oro, siguiera dando huevos de oro, tenían que reinvertir. No lo hicieron. El resultado, con el paso del tiempo, las empresas textiles se fueron rezagando, en tanto sus propietarios, dándose “la gran vida”. La fotografía es patética: empresas pobres, empresarios ricos.
Exactamente lo mismo pasó con los transportistas tlaxcaltecas. Las unidades de transporte se fueron acabando y los concesionarios, dándose todos los gustos, como si no fuera a llegar el momento de sustituir sus vehículos automotores. Siempre en cada revisión de tarifas de pasaje, cual candidatos a un cargo de elección popular, prometen renovar su parque vehicular, con el esperado aumento de la tarifa. Las tarifas han aumentado, pero el parque vehicular que ya debería de haber dejado de prestar servicio, sigue circulando. Estamos cerca de cerrar la segunda década del siglo XXI y todavía circulan como transporte público de pasajeros, automotores del siglo XX.
Ojalá el titular del ramo en la entidad, pudiera darse la oportunidad de checar el documento titulado “Miscelánea de obstáculos regulatorios a la competencia: análisis de la normativa estatal”, de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
Ahí va a encontrar que se destaca que en Tlaxcala hay “cinco obstáculos que limitan la concurrencia y la competencia… como son los criterios de preferencia para el otorgamiento de concesiones o permisos a favor de locales; cesión de los derechos establecidos en la concesión por invalidez o fallecimiento a favor de los beneficiarios elegidos o familiares del concesionario; regulación de tarifas… sin la consideración de la elaboración de un estudio de factibilidad para la necesidad de otorgar un mayor número de concesiones, o se incluye a las asociaciones de transportistas en su proceso de elaboración” (La Jornada de Oriente Tlaxcala, 10.10.2016)
Si no todos los diputados, por lo menos los que integran la comisión legislativa en la materia y que están en la elaboración de la nueva ley del transporte, pudieran echarle “un ojito” a dicho documento. Les dará mucha luz en la materia.
Es necesario, si queremos que el turismo se convierta en Tlaxcala en un polo de desarrollo y progreso económico, que se abra el transporte público local a la competencia y que no haya límites a la participación de cualquier modalidad en el servicio de transporte de pasajeros, cuidando la seguridad del pasajero y la sustentabilidad de los vehículos de cualquier tipo, estableciendo efectivamente y sin dilación, los 10 años de antigüedad en los vehículos automotores.
Con el transporte público federal de pasajeros, ocurre exactamente lo mismo. La línea de autobuses Autotransportes Tlaxcala Apizaco Huamantla (ATAH), para evitar que llegara a la entidad una empresa competidora, crearon la línea de autobuses “Supra”. Urge también aquí, que el transporte se abra a la competencia.
Una reducción en todas las tarifas del transporte público de pasajeros, en todas sus modalidades, atraerá más visitantes a la entidad. Si no es mucho pedir, que remodelen y modernicen sus terminales. El pasajero, que al final es el que paga, merece terminales dignas de personas y para seres humanos. Finalmente, las experiencias caóticas que viven los habitantes de la ciudad de México, Puebla y demás metrópolis, ojalá no se reproduzcan en Tlaxcala. Que se estimule el uso del vehículo público sobre el privado y que se privilegien los espacios para caminar, correr y transportarse en bicicleta, son tendencias mundiales, nuevamente, globales.
Un tren o un trolebús, uniría perfectamente a Tlaxcala con Chiautempan. Si éste quedara sobre el curso del río Zahuapan, a sus lados habría espacio para una formidable ciclopista . Un tren rápido, uniría sin mayor dilación, a Chiautempan con Apizaco. En lugar de combis, modificando las rutas actuales, el microbús debiera ser ya una realidad.