Indicador político
En 2020 ocurrirán hechos que serán decisivos para México y las y los mexicanos. El Instituto Nacional Electoral (INE), estará en el centro del debate público, como lo estuvo en el presente 2019 y que definirá su rumbo y destino. Se procedió a su recorte presupuestal, como ocurrió con muchas otras instancias. ¿Quién podría estar en desacuerdo en que los funcionarios públicos se disminuyan sus sueldos y prestaciones? Nadie.
El tema de lo que perciben los funcionarios públicos, da para más, pero por ahora no es el tema de la presente colaboración. Baste mencionar aunque sea solo de paso, que la actual Legislatura del Congreso del estado de Tlaxcala, para el ejercicio 2019, se despachó con la “cuchara de mole y hasta desparramándose”, pues el incremento que se autoasignaron, en comparación con lo que ganaban los diputados de la anterior Legislatura, resultó abusivo, desproporcionado y sin tantita pena, como reza una canción.
En tal sentido, salta la duda, como muchas otras, en cuanto a las incongruencias de Morena, pues por un lado hablan de honestidad y de austeridad, pero en los hechos, hacen todo lo contrario. Incluso, yendo a contracorriente, de lo que el propio presidente de la República, propone.
El caso que nos ocupa, es que la punta de lanza de Morena en contra del INE, es Pablo Gómez, vicecoordinador de Morena en la Cámara de Diputados.
Lo que resulta paradójico e incongruente, con la vida misma de Pablo Gómez. A él le tocó luchar precisamente por hacer del Instituto Federal Electoral (IFE) un organismo autónomo, independiente del gobierno y en tal virtud, integrado no por funcionarios públicos, como ocurrió al nacer el antecedente del IFE, la Comisión Federal Electoral, que dependió de la Secretaría de Gobernación, de lo cual, el funcionario de moda, Manuel Bartlett, tendría mucho que contar y cantar, habida cuenta de que Bartlett fue secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid, tocándole precisamente organizar y dirigir la elección en la que resulto electo, después de la histórica “caída del sistema”, Carlos Salinas, con quien por cierto, ocupó la Secretaría de Educación, tocándole encumbrar, nada más y nada menos, que a Elba Esther Gordillo, como líder único del gremio magisterial. ¡Cómo han pasado los años y ….!
Pero más bien, ¡parece que fue ayer! Este año, se cumplieron 30 años del reconocimiento del primer triunfo electoral opositor en Baja California, que pasó de noche, por la también famosa “Ley Bonilla”, que afortunadamente, fue ya declarada nula.
Pero fue hasta que hubo mayoría opositora en la Cámara de Diputados federal, al iniciar su segunda mitad, el periodo presidencial de Ernesto Zedillo, cuando por fin se pudo hablar de que México había iniciado su transición democrática. Ahí estuvo Pablo Gómez, ahí también, Porfirio Muñoz Ledo, abanderando la Reforma del Estado, reforma que hoy, ninguno de los dos ha desplegado en éstos momentos, cuando tienen todo para hacerlo y más bien, se entretienen intentando recortar el periodo del actual presidente del INE, Lorenzo Córdova, hijo de un militante y académico muy cercano al actual presidente de la República, Arnaldo Córdova, o de plano, pretendiendo desaparecer, a todo el Consejo General del INE.
Todo el rodeo anterior, me parece importante apuntarlo, para sostener que vale la pena, si es que Morena, si es que Pablo Gómez, quieren ser congruentes, con dos principios fundamentales:
Si dicen ser democráticos
Si dicen respetar la Ley
Deben dejar como está el INE, en cuanto a su integración y en cuanto a los periodos de cada uno de los consejeros electorales, hasta que concluyan. Si Morena pretende que el Consejo Electoral o que el INE, opere de distinta forma, tal reforma debería entrar en vigor hasta que termine el ciclo de la mitad más uno de los actuales consejeros, de lo contrario, parecerá que Morena quiere hacer del INE, un órgano electoral a modo, de cara al proceso electoral 2021.
Lo dicho por Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE, es un argumento de peso, no por quien lo dice, sino por la carga de regreso al pasado que podría implicar: “… si tu una reforma electoral la apruebas con un simple mayoriteo puedes estar generando un muy mal estímulo hacia el futuro… Me preocuparía ir a una elección con reglas electorales impuestas por una –sola- fuerza política” (El Financiero Bloomberg TV. 17.06.19)
Sobre todo, después de lo dicho por Pablo Gómez: “… su partido propondrá formalmente “que desaparezca todo el Consejo General del INE y no sólo reducirlo” (ibid)