Libros de ayer y hoy
OUTSOURCING, SÍ
“Recuperar lo perdido
y conservar lo que nos sirve
es tarea vital”
Rolando Cordera Campos
En la anterior colaboración señalé que por estar ocupados en el pasado, México pierde futuro. Hoy, puedo decir que no solo estamos ocupados en el pasado, estamos en grave riesgo de ir hacia atrás, hacia el pasado.
El artículo 123 constitucional, inmediatamente abre: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil… se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley”.
En su segundo párrafo, dispone: “El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán:… todo contrato de trabajo.”
Desaparecer la figura del outsourcing, como podemos ver, iría en contra del propio mandato constitucional de que “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil”, así como en contra de “promoverán la creación de empleos”.
En México hay 4.5 millones de mexicanas y mexicanos que tienen empleo gracias a la figura de outsourcing. Utilizo a propósito la palabra “gracias”, en tanto no sabemos si esos millones de mexicanos tendrían trabajo, si no existiera tal figura.
Lo anterior, en tanto hoy vivimos dentro de la economía virtual que permite a trabajadores de otros países hacer actividades económicas sin estar físicamente en México.
Quienes buscan y apoyan la idea de suprimir la figura de outsourcing, por principio de cuentas se ve que ni siquiera se han acercado a platicar ni a revisar su situación, con quienes viven día a día en esta modalidad de trabajo.
El argumento de que las empresas de outsourcing no cumplen con la ley, es una generalización que no concuerda con la realidad y en todo caso, estaría señalando un incumplimiento del propio gobierno en sus tres niveles.
Por un lado, el artículo 123 constitucional establece con claridad que “la organización social de trabajo –tiene que ser- conforme a la ley”. El mismo artículo faculta al “Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases –establecidas en el propio artículo 123 constitucional- deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán:… todo contrato de trabajo”. Luego entonces, si se acusa a las empresas de outsourcing de no cumplir con la ley, ¿de quién es la mayor responsabilidad?
En todo caso, que el Congreso de la Unión revise la legislación en la materia y que las autoridades laborales CUMPLAN con su función. Esta es la solución, no la desaparición de una figura de trabajo que en el mundo y en México genera millones de empleos.
Pretender desaparecer en México esta figura de contratación en éstos momentos, me parece no solo una medida antieconómica, resulta suicida para el país, en momentos en que lo primero que tenemos que hacer, es justamente recuperar empleos.
Sobre todo si vimos en México como de abril a junio, se perdieron 228 empleos por minuto. Ciertamente en agosto y septiembre se recuperaron 206 mil 243 plazas, pero faltan por recuperar 800 mil, ya que se perdieron cerca de un millón de puestos de trabajo con seguridad social.
Hablar de perder empleos, es como hablar de perder dinero. Si pierdes dinero, pierdes mucho en muy poco tiempo y para volver a recuperar el dinero perdido, llevará mucho más tiempo. Igual pasa con los empleos perdidos, para recuperarlos no será tarea fácil y peor si se toman medidas como la de desaparecer el outsourcing. Muchos menos empleos se recuperarán. Y muchos menos también, si en el sector energético se siguen tomando medidas que económicamente están hundiendo a Pemex y la CFE. En el caso de Pemex, sus pérdidas al final las pagaremos todas y todos los mexicanos, aún después de 2024.
Los legisladores federales tienen la palabra. ¿Tomarán decisiones en contra de México y de las mexicanas y mexicanos que necesitan un trabajo en estos momentos?
El colmo: ¿Sabe quien usa como patrón la figura de outsourcing? El propio gobierno, en sus tres niveles de gobierno. Lo que se da en llamar la “4T”, lo usa.
Si se trata de definiciones: por México y para bien de las mayorías de las y los mexicanos, la figura de outsourcing debe seguir. En todo caso, que las autoridades del trabajo y los tres niveles de gobierno hagan “su chamba”: HACER CUMPLIR LA LEY.