Dignidad humana y la polémica que no fue
… Y EL ÁGUILA AZTECA ES PARA… DANIEL ORTEGA
La Orden del Águila Azteca fue creada el 29 de diciembre de 1933.
Como no fue invento de los neoliberales, ha permanecido, si no, ya la hubieran enviado al “basurero de la historia”, si es que existe algo así.
Haber entregado la condecoración a Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de la República de Cuba, es como si se la hubieran entregado a Daniel Ortega, presidente de la República de Nicaragua.
Tanto en Cuba como Nicaragua, con sus actuales gobiernos, no se respetan los derechos humanos.
En Cuba se sustituyó la dictadura de Fulgencio Batista por la dictadura castrista-díaz y en Nicaragua la dictadura de la familia Somoza es hoy sustituida por la dictadura de Daniel Ortega-Rosario Murillo. Perdón por este simplismo, pero para los propósitos de la presente colaboración, el espacio no da para más.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, nació en 1960. Entre 1987 y 1989 estuvo en Nicaragua, exactamente en la recta final del primer periodo como gobernante de Daniel Ortega.
Si Díaz-Canel nació en 1960, es claro que él no fue revolucionario. Si estuvo en Nicaragua en la recta final de su primer periodo como gobernante de Daniel Ortega, liderando a jóvenes cubanos en Nicaragua, es claro que es un operador político en el exterior.
“… otorga la condecoración del Águila Azteca al heredero de una dictadura salvaje que se siente eterna…” escribió Ángela Mastretta en su “Del absurdo cotidiano” (Nexos. 12.02.2023).
“López Obrador necesita a la izquierda internacional porque es su reconocimiento lo único que le queda para decir que su gobierno es de izquierda”. Escribió Gibrán Ramírez.
Este es el punto en cuestión. Gibrán Ramírez, morenista que aspiró a la dirigencia nacional del partido, ha sostenido que López Obrador no es de izquierda.
Aquí mismo en este espacio, hemos compartido líneas históricas e ideológicas de historiadores, científicos sociales, politólogos y de quienes en su momento apoyaron a Andrés Manuel a que llegara a la presidencia de México, que dejan en claro que el gobierno de López Obrador tiene todas las características de los gobiernos fascistas.
Y ahora que se ha entregado el reconocimiento del gobierno mexicano al presidente de Cuba, es necesaria su definición como dictadura, igual que la de Daniel Ortega.
Por lo que el dicho de Gibrán Ramírez de que Andrés Manuel necesita a la izquierda internacional, no se sustenta: Cuba no es de izquierda y no representa a la izquierda internacional.
Cuando la dictadura castrista-díaz caiga, el mundo va a volver a ver lo que ya vio al caer el muro de Berlín: “… Detrás del muro… no había más que ruinas…” (De la Social a Morena. Carlos Illades. Ed. Jus).
Cuba y Nicaragua son gobernadas mediante el terror, los decretos, la arbitrariedad y el engaño. Son las formas mafiosas que asume el poder político centralizado en una persona.
Esto, no es izquierda. No es democracia. No es República. No está limitado por ley alguna.
La cuestión, es que tales formas mafiosas del poder político, están haciendo acto de presencia en México y muchos siguen sin darse cuenta de ello:
Las mañaneras son un cadalso en vivo, a todo color, en tiempo real, donde se ejecuta al “enemigo público” número uno del día.
Si no se logra la reforma constitucional o la reforma legal, se usa el decreto.
Se cancelan contratos o se dan por concluidos antes del tiempo reconocido para su vigencia. Se aprueban leyes sin estar en consonancia o incluso contrarias a las disposiciones constitucionales. En todos los casos se ha utilizado la corrupción o gastos excesivos como justificación, pero ni siquiera se abren expedientes que prueben la corrupción o el ejercicio indebido del recurso público.
El engaño y el ocultamiento de información pública es ya cotidiano, de todos los días. Antes de empezar las obras para lo que se hace llamar el “tren maya”, se aseguró que no se tiraría ningún árbol. Hoy nadie ha informado sobre el destino de toneladas y toneladas de esas maderas preciosas. Esto es solo un botón de muestra. La realidad ya resulta apabullante.
Retomando el tema del Águila Azteca entregado a Díaz-Canel. ¿Se le dio por el personal sanitario presente en México? Se le están pagando millones de pesos por ello. ¿O por el material para soportar las vías férreas del tren maya? También por ello, se le pagó mucho más de lo que se hubiera pagado a otro proveedor, pues ni siquiera se abrió licitación para ello. Fue adjudicación directa, como casi todas las compras que se han hecho durante estos cuatro años, como en los tiempos del PRI, cuando era casi partido único, a lo que hoy le apuesta Morena y por ello quiere controlar al INE, el padrón electoral y poder ellos solos decidir quiénes votan y quiénes no, así como quiénes serán candidatos y quiénes no. Igual que en Cuba y que en Nicaragua, al grado de que ya están pretendiendo sancionar a quienes osen criticar y cuestionar al presidente. Ya solo faltaba que intentaran legislar tal despropósito y ya están en eso.
Espero que México no permita que lleguemos a esa pérdida de libertad.
Por eso, es claro que haber entregado el Águila Azteca a Díaz-Canel, hoy, es una bofetada al pueblo de Cuba. Para el pueblo de Nicaragua, sin duda habrá sido desilusionante. Ambos pueblos hoy, luchan por su libertad.
Lula da Silva, presidente de Brasil, ve con preocupación lo que está pasando no solo en México: “Las tentaciones autoritarias que aún hoy desafían nuestra democracia». (O Globo. 24.01.2023).
En otro momento, Lula dijo: “Si alguien se cree imprescindible, está naciendo un dictador.” (El Universal. 16.10.2022).
“11 mujeres todos los días asesinadas acá en México, brutal. No naturalicemos estas violencias, tenemos que combatirlas en conjunto”, dijo en su visita al Senado, Gabriel Boric, presidente de Chile.
Concluyo mencionando que hoy en Brasil, Lula da Silva está ocupado en desmantelar todo el aparato militar que dejó Bolsonaro. Qué pena que quienes se dicen de izquierda en México, no vean que lo que hizo Bolsonaro en Brasil, es lo mismo que está haciendo Andrés Manuel en México.
Todavía es tiempo de librar a México de caer en la órbita de las dictaduras. En una dictadura no hay ley, no hay justicia, mucho menos igualdad. La gente vive muy mal.