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TLAXCALA, Tlax., 2 de febrero de 2017.- Trabajadores burócratas pertenecientes al grupo de ex líderes del Sindicato «7 de Mayo» los Erazo-Rodríguez, se confrontaron verbalmente con gente del actual líder sindical, Edgar Tlapale Ramírez, quienes presuntamente fueron enviados para sabotearon acusaciones de desvió de recursos por un monto de 80 millones de pesos (MDP), pertenecientes al pago de salarios retroactivos del 2015 a la fecha.
De esta forma, los disidentes del Sindicato «7 de Mayo» y simpatizantes de los ex líderes Pedro Erazo y Guadalupe Rodríguez Guzmán, denunciaron nuevamente irregularidades del actual Secretario general Tlapale Ramírez y el adeudo de 80 MDP, recursos que insistieron fueron desviados y no se cubrieron el total de prestaciones ni el pago de salarios retroactivos pertenecientes al aumento proporcional correspondiente.
Con ello, el supuesto secretario de Trabajo y Conflictos, Luis Enrique Rivera Atriano, junto con un grupo de integrantes del llamado Comité Ejecutivo del Sindicato «7 de Mayo», evidenciaron que el incremento que hiciera la Comisión de Salarios Mínimos hiciera desde el año 2015, nunca se dio hacia este gremio y los recursos por un monto superior a los 80 MDP siguen sin aparecer.
Ante este hecho, un grupo contrario encabezado por Narciso Sánchez Espíndola, trabajador del Registro Público de la Propiedad, entre otros burócratas vinculados al actual secretario general del » 7 de Mayo», boicotearon esta rueda de prensa y les reclamaron que ellos no pertenecen a este Sindicato desde 14 de agosto de 2016, fecha en que fueron expulsados en el mismo Pleno gremial.
Asimismo, evidenciaron que los adeptos de los Erazo-Rodríguez, desde hace 2 años y medio, no cobran salario, situación que pone en entredicho la veracidad de los sucesos, puesto que no tienen representación pese a que mostraron una «Toma de nota» que supuestamente los ampara como integrantes del Comité Ejecutivo de este Sindicato.
Ante esta disputa y reclamos de pertenencia a supuestos cargos y denuncias de irregularidades, el grupo vinculado al actual líder sindical, reclamó a los medios de comunicación no hicieran caso y dieran más juego a los disidentes, toda vez que ya ni siquiera pertenecen al «7 de Mayo».
En esta confrontación verbal, existieron denuncias hasta de supuestas violaciones sexuales de uno de los disidentes, relaciones sentimentales con integrantes del actual Comité y hasta encubrimiento entre ambas partes.
Finalmente, los defensores de Tlapale Ramírez, justificaron que los recursos en disputa supuestamente serían aplicados en el próximo Centro de Especialidades Médicas que está por construirse.