Plantas de tratamiento son un negocio, no funcionan al 100 por ciento de su capacidad, otras son elefantes blancos, infiere la activista
TLAXCALA, Tlax., 03 de agosto de 2017.- La coordinadora del Centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local, Alejandra Méndez Serrano, señaló que el gobierno del estado de Tlaxcala, encabezado por Marco Antonio Mena Rodríguez, no ha admitido la recomendación que emitiera la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por la contaminación del río Atoyac, puesto que ni siquiera en la página web oficial del ejecutivo, no figura una declaración oficial al respecto, pese a que ante medios de comunicación se expresó que no sería debatida.
Indicó que de las supuestas acciones a emprender para reducir los niveles de contaminación, anunciadas por el gobierno estatal se han mantenido de forma mediática; en representación del CFJG, Méndez Serrano señaló que se requieren medidas contundentes pues la normatividad es laxa y no se contemplan parámetros necesarios para atender la problemática.
«Se ha anunciado que Tlaxcala hará su parte, Puebla hará su parte y luego se juntará, como si fuera un cúmulo de acciones. Nosotros vemos que se va a llevar otra vez al fracaso», agregó que lo anunciado en el Plan Estatal de Desarrollo sobre la construcción de plantas de tratamiento no dará solución al saneamiento de la cuenca del río pues, según la memoria histórica, representan un negocio pues, acorde a la recomendación 10/2017 se hace mención de una construcción de cuatro paredes cuyo interior está vacío misma que tuvo un costo de dos millones de pesos,la cual se encuentra en el municipio de Nativitas, Tlaxcala.
Del mismo modo señaló que otras plantas de tratamiento tampoco están funcionando al 100 por ciento de su capacidad.
Y es que la problemática se ha extendido desde el año 1995 donde las autoridades tanto del estado como federales son conocedoras del problema; pese a los convenios y ratificaciones firmados en diversas etapas donde se han creado políticas públicas, la simulación continúa ya que incluso la clasificación de sustancias tóxicas en el río difundida desde 2011, a seis años esta no ha registrado un avance.
«A lo que nos enfrentamos otra vez es a una simulación, a firmar convenios pero no se ponen ni destinan presupuestos ni plazos concretos para aterrizar indicadores de medición», la activista agregó que incluso la recomendación de la CNDH reconoce las enfermedades que ha provocado la contaminación del alto Atoyac pues en comunidades aledañas se han registrado casos de cáncer, insuficiencia renal, entre otras que han provocado defunciones.
Méwndez Serrano señaló que los estudios de cada una de las dependencias no han revelado datos reales, creíbles, verídicos y específicos por parte de la Conagua, Semarnat, Profepa, Cofepris e incluso de los municipios involucrados, así como calificó de «absurdas» las opiniones de entes gubernamentales del Estado de Puebla que han culpado de la contaminación a la propia ciudadanía por la descarga de agua doméstica, siendo que la afectación proviene de las industrias.
De esta manera anunció que se buscará la realización de un plan de saneamiento, con las comunidades y sus municipios para participar ampliamente en la vigilancia de las acciones, convenios a firmar ya sea con universidades, municipios, gobiernos federal y estatales