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TLAXCALA, Tlax., 28 de noviembre de 2016.- De acuerdo con estudio realizado por la consultora Aregional, el municipio de Tlaxcala se colocó este año como uno de los ayuntamientos más opacos en materia de transparencia e información fiscal.
El informe que fue publicado en el Diario nacional El Economista, establece que el gobierno que encabeza el alcalde Adolfo Escobar Jardínez es opaco en cuanto a la información fiscal que maneja.
Tlaxcala se encuentra entre los ayuntamientos menos transparentes, sólo arriba de Othón Puerto Blanco, Chilpancingo y Coatzacoalcos. La calificación o medición que obtuvo el ayuntamiento capitalino fue de apenas 19.45 puntos de un total de 100, por lo que su evaluación en materia de transparencia fiscal fue reprobatoria y registró un desempeño desfavorable en el Índice de Transparencia y Disponibilidad de la Información Fiscal de los Municipios (ITDIF-M) 2016 realizado por Aregional.
La consultora evaluó un total de 60 municipios de todo el país, entre ellos las 31 capitales y los municipios de mayor representación pertenecientes a las grandes zonas metropolitanas.
Por lo anterior, se considera que en los ayuntamientos domina la opacidad fiscal y financiera en perjuicio de los ciudadanos y sin embargo, ningún servidor público o gobierno local es sancionado penalmente por ello, aseguraron especialistas.
Según su Índice de Transparencia y Disponibilidad de la Información Fiscal de los Municipios (Itdif) 2016, la consultora Aregional halló que de los 60 ayuntamientos de mayor tamaño o poder económico en México, 32 salieron completamente reprobados y 19 alcanzaron una calificación apenas aprobatoria.
Es decir, en los ayuntamientos del país dominan las malas prácticas de opacidad que no suelen ser atendidas por nadie.
En la clasificación de bajo nivel de transparencia (menor a 60.0 puntos), se posicionaron 32 ayuntamientos, es decir, uno de cada dos municipios de los 60 municipios evaluados presentaron información insuficiente, confusa, con poca o nula organización en materia fiscal relacionada con la planeación, programación, ejercicio y rendición de cuentas de los recursos públicos, así como austera presentación de datos históricos y del manejo de los mismos.
“Los resultados muestran que el avance en la transparencia fiscal municipal es demasiado lento y que se requiere de una verdadera voluntad política de los gobiernos municipales para contar con una mayor transparencia y disponibilidad de la información fiscal en sus portales, actualizarlos y mejorarlos, es una obligación que marca la ley en la materia para mantener informada a la ciudadanía del origen y la aplicación de los recursos públicos de manera clara y oportuna”.
Pese a la opacidad, no hay funcionarios o gobiernos sancionados aunque ya es posible hacerlo a través de la Ley General de Transparencia o la Ley General de Contabilidad Gubernamental (LGCG).