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TLAXCALA, Tlax., 18 de Septiembre de 2018.- Isabel N, mamá de Diana, está desesperada, desde el tres de agosto de este año no sabe nada de ella, y a pesar de tener indicios del lugar donde se encuentra y suponer con quién, hasta el día de hoy no ha podido comunicarse con su hija, por lo cual, no descarta la posibilidad de que la tengan en contra de su voluntad, incomunicada e incluso sea víctima de trata de personas.
Doña Isabel ha acudido ante las autoridades de la Procuraduría de Justicia del Estado en busca de apoyo, y para denunciar los hechos, con el objetivo de poder rescatar a su hija; hasta ahora sólo ha recibido de los agentes ministeriales de la PGJE, frases peyorativas al platicar su caso. Por esto continúa tocando puertas con la esperanza de ver pronto a su hija, pues no sabe si se encuentra amenazada o está ahí por su propia voluntad.
La madre de Diana señala ser originaria de la comunidad de San Hipolito Chimalpa, en el Municipio capitalino de Tlaxcala y nos narra cómo se dieron los hechos de la desaparición de su hija.
Diana tiene 23 años, era estudiante de la Universidad Politécnica de Tlaxcala, plantel Tepeyanco. Debido a su plan de estudios, se le presentó la oportunidad de hacer sus prácticas profesionales en una empresa de la Ciudad de Puebla. Tal y como se acostumbra, Diana iba y venía todos los días; sin embargo, el viernes tres de agosto se fue y ya no regresó.
La última vez que se le vio ella vestía pantalón de mezclilla azul marino, sudadera color rosa y tenis. De acuerdo al boletín de búsqueda emitido por la PGJE, Diana García Flores salió de su domicilio a las 6:30 de la mañana, tiene el color cabellos castaño oscuro, a la altura de los hombros, mide 1.63 centímetros, tiene el iris de los ojos color café oscuro, es de piel blanca, con frente amplia, nariz delgada, boca chica, labios delgados y las cejas semi pobladas.
La señora Isabel sospecha que Diana se fue con su novio, un joven de origen chiapaneco, un par de años mayor que ella, al cual conoció en la Universidad y con quien, por los detalles observados y ciertos rasgos que como familiares captaron en la relación, al parecer sostenía una relación patológica.
La mamá de Diana asegura haber visto algunos mensajes en el teléfono de su hija, donde el novio, al parecer, la amenazaba, le hablaba con palabras altisonantes y no dejaba de sobajarla y humillarla.
Comenta Doña Isabel que al ver que su hija no regresaba a casa, luego de haber salido de su domicilio el viernes por la mañana, se comunicó a la empresa en donde hacía sus prácticas. Ahí le informaron que durante un par de días su Diana siguió asistiendo, pero después ya nada supieron de ella.
Tras esto, la buscaron en la casa del novio, quien también había desaparecido; ya no vivía en la casa que rentaba en Zacatelco.
Ante estos hechos, acudió a las autoridades judiciales, quienes a través de dos oficios designaron a un perito para que realizara una tarjeta de identificación humana de la misma Diana y de la misma manera se le designó otro perito en genética forense “a fin de que sea recabada muestra biológica a la C. María Isabel N. y se sirva obtener su perfil genético mismo que deberá ser ingresado a la base de datos a fin de realizar confronta biológica y determinar alguna coincidencia con tal registro…”.
Sin embargo, la misma Isabel comenta haber recibido sólo comentarios despectivos por parte de algunos de los agentes que la han atendido, haciéndole saber que seguramente se fue por su propia voluntad y por su gusto estar con el novio, incluso le señalan “déjela que aprenda a chingadazos, tal y como nosotros aprendimos”.
Y enfatiza que, cuando les ha dicho en dónde sospecha que pueda estar y con quién, los agentes le dicen que sea ella quien la ubique o ubique al sospechoso, les diga en dónde trabaja o en dónde vive y una vez que lo sepa, ya entrará los elementos en acción.
Ante todo esto, la desesperada madre de Diana, asegura haber buscado asesoría y apoyo de especialistas en estos casos de desapariciones de niñas o jovencitas y son estas personas quienes le aseguran que podría tratarse de un caso de trata de personas, por el modus operandi en que se han dado los hechos:
Primero la enamora, luego se la lleva y la tiene incomunicada, se sospecha además que los papas del novio, al parecer, ambos viven en la frontera, uno en el norte y el otro en el sur, lugar a donde podrían trasladar a Diana, en caso de que sea el quien la tiene retenida en contra de su voluntad.
En tanto, piden a las autoridades y a los ciudadanos apoyo para dar con el paradero de la joven, pues aunque aseguran haber tratado de comunicarse con ella por celular o a través de sus redes sociales, señalan que sólo los deja en visto y posteriormente el teléfono permanece apagado y no hay respuesta a los mensajes enviados.