Papeleritos, publicidad amigable que llega a tu mesa
TLAXCALA, Tlax., 3 de mayo de 2023.- El Día de la Santa Cruz, también conocido como el Día del Albañil, es una tradición que data desde hace más de mil 500 años en diversas partes del mundo y que no ha perdido fuerza en territorio mexicano, pues los historiadores señalan que esta festividad data desde el 326 después de Cristo.
De acuerdo con medios nacionales, el día 3 de mayo es considerado como el Día de la Santa Cruz debido a diferentes interpretaciones, una de ellas la famosa historia de Eusebio Cesarea, uno de los primeros escribas del romanticismo, quien señaló que el emperador Constantino I de Roma soñó con una cruz en el cielo y escuchó una voz que anunciaba que este símbolo le vencería.
Posteriormente, al acudir a una batalla en contra de su homólogo Majencio, Constantino pidió que sus banderas llevaran representadas cruces, situación por la cual vencieron en vísperas de esta fecha.
Por otro lado, historiadores refieren que los restos de Cristo fueron encontrados un 3 de mayo, pues en el lugar se hallaron cruces de madera atribuidas a Jesucristo.
En México y otros países latinoamericanos, el 3 de mayo también es atribuido a raíces prehispánicas, pues las ceremonias de las antiguas culturas se mezclaron con la fe católica de los españoles para pedir por las buenas cosechas y la abundancia.
Con el paso de los años, ya entrado el Siglo XX y de acuerdo con el historiador Heriberto Ramírez, los trabajadores del campo tuvieron que migrar a las grandes ciudades para laborar en construcciones arquitectónicas, de modo que en el Día de la Santa Cruz los trabajadores comenzaron a llevar cruces adornadas a las iglesias para que el sacerdote les pusiera agua bendita, con la finalidad de que las edificaciones terminaran sin accidentes.
De cualquier manera, el 3 de mayo es conmemorado en México por los trabajadores albañiles, los cuales arman una cruz de madera con los materiales que usarán durante la obra y la adornan con listones y flores, los cuales simbolizan el manto sagrado de Jesucristo, mientras que los alimentos dados durante la celebración regularmente son pagados por el dueño o patrón del inmueble.