Ordenamos la casa, dice Alfonso Sánchez García en informe de 100 días
TLAXCALA, Tlax., 03 de octubre de 2017.- El dos de octubre, fecha inolvidable por antonomasia para jóvenes, sindicatos, universitarios y grupos sociales en pro de los derechos humanos, pasó desapercibido este año en el estado de Tlaxcala.
Sólo una lona y un austero sonido frente al kiosko de la plaza principal de la capital del estado, sirvieron para recordar la mencionada fecha que inició hace 49 años con los lamentables hechos de la plaza de Tlatelolco.
Este año, en Tlaxcala, no hubo marchas ni ruedas de prensa ni gritos ni consignas para recordar a las decenas de jóvenes muertos por la supuesta fuerza del estado en 1968.
Nadie públicamente se manifestó ni tomó calles por los caídos del dos de octubre en la Plaza de las Tres Culturas.
Tampoco salió alguien a gritar ¡Muerte al Estado!, ¡Los maestros marchando al pueblo están educando!, ¡No somos uno, no somos cien, prensa vendida cuéntanos bien!, ¡Voy a estudiar, voy a estudiar y el que no estudie a policía va a llegar!, ¡Ordaz y Echeverría, la misma porquería!
Sólo el CNTE, con una manta vacía y un sonido inaudible quiso insistir en que se recordara el 2 de Octubre, sin embargo, después de casi cincuenta años, la verdad es que en Tlaxcala, el dos de octubre, ya se olvidó.