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TLAXCALA, Tlax., 20 de febrero de 2020.- Con batallones de zuavos, franceses y turcos, chivarrudos de arreo a las haciendas ganaderas de Tlaxcala, adelitas, doncellas, vasarios y la nana de Papalotla, además de la danza de los cuchillos de Terrenate y los huehues de Yauhquemehcan, entre un sinfín de personajes que representan los grupos dancísticos de esta tierra, donde la magia, el color y la alegría son la característica del Carnaval de Tlaxcala, un evento por si solo de tradición y cultura para México.
Al ritmo de tambores y música de carnaval característico de Tlaxcala, iniciaron las fiestas carnestolendas que culminaran un día antes del miércoles de ceniza, previo a la Semana Santa y que incluso en algunos municipios, continuaran más allá de estas fechas de la fe cristiana.
Para el arranque de esta festividad, los tlaxcaltecas se concentraron en las principales calles de la capital a lo largo de unos tres kilómetros donde se dieron cita cerca de 20 mil personas, que disfrutaron de más de 80 camadas y cuadrillas con miles de bailarines, de distintos puntos de la entidad, donde existe esta representación del carnaval que aglutina a 42 municipios de los 60 existentes.
Este desfile de magia y color, que revive importantes escenas de la historia de México, una de ellas la representación del Rapto de Elena la hija del corregidor, un baile del siglo 19 que rememora al bandolero Agustín Lorenzo y el grupo de forajidos de Los bandidos de Río Frío que asolaron la región de Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Morelos y Guerrero.
Hoy en día esta danza se baila en el municipio de Nativitas al sur del estado de Tlaxcala y en Huejotzingo y Zacapoaxtla en el estado de Puebla.
Esta danza, con disfraces de franceses, zuavos y turcos, además de zapadores, indios y zacapoaxtlas, recuerdan además la intervención francesa en México y en el carnaval, son una remembranza de la historia, en un baile de color, alegría y tradición, con vistosos trajes azules, grandes barbas, mosquetones y penachos de papel multicolor, entre otros.
La danza de los cuchillos originaria de Toluca de Guadalupe en el municipio de Terrenate, Tlaxcala, es de esencia indígena, donde hombres portan faldas adornadas con listones de colores, medias multicolores, camisa a cuadros y sombreros con papel multicolor, además de cuclillos amarrados en los tobillos con botines y mascaras sobrias de madera, cautivan a propios y extraños por la destreza de su baile, acompañado de música de salterios, cuya tradición se remonta a los siglos 12 en Babilonia, Egipto, Persia y Medio Oriente y que llegó a Tlaxcala y se ha mantenido desde la conquista española.
La danza de los chivarrudos, declarada por el Congreso local como patrimonio cultural inmaterial de Tlaxcala, es un baile originario de la zona sur del estado de los municipios de Xicohtzinco y Zacatelco, una remembranza del Porfiriato, cuando se trasladaba el ganado por los estados del sur a Tlaxcala, por arreo, en veredas y estrechos caminos, en forma chusca es una mofa de este pueblo con atuendos que portan caballitos de madera, trajes con chaparreras de piel de chivo brincotean y el torito los persigue, en comparsas al ritmo del teponaxtle, instrumento musical de origen mesoamericano, utilizado antes de la llegada de los españoles a tierras americanas.
Los chivarrudos, son por si solos personajes que alegran a los tlaxcaltecas y que provocan algarabía en el carnaval de esta tierra.
En este desfile de Carnaval no faltaron los Charros de Papalotla, con sus vasarios, doncellas y la nana, una danza que comenzó su auge a partir del siglo 20, la indumentaria de los charros, es de trajes negros con chaleco y camisa blanca, decorados con un penacho de plumas de avestruz, un paño o capa con lentejuelas que simboliza la fertilidad de la tierra, que anteriormente eran bordadas con 12 rosas que representaban los meses del año, además de una máscara de madera policromada, como sátira a los rostros europeos del siglo 17 al 19 en Tlaxcala.
La danza de los charros que se baila en los pueblos del sur de Tlaxcala, Mazatecochco, Tenancingo, San Pablo del Monte, Tepeyanco, entre otros, tiene la característica de una cuarta que representa a la chirrionera (víbora) que se truena en los pies de los danzantes y que además provoca, la algarabía de los danzantes y competencia de las comparsas por el mejor baile y afrenta.
Los huehues de Yauhquemehcan, es hoy en día uno de los trajes y grupos de carnaval más vistosos de Tlaxcala, pues su vestimenta en los varones consta de un pantaloncillo y chaquetín de terciopelo en colores vistosos, bordados con aplicaciones de lentejuela y chaquira, con motivos prehispánicos y contemporáneos, además de botines y un tocado o penacho con plumas de faisán, en dimensiones espectaculares, además de mascaras talladas en madera policromadas.
Este carnaval de Tlaxcala también tiene sus catrines o catrifacios de semejanza francés, cuadrillas que se bailan en los municipios de Contla, Panotla, Amaxac de Guerrero y Santa Cruz Tlaxcala, que tienen una vestimenta de levita, sombrero de copa, sombrilla y un paño que cubre como capa.
Además de muchos otros vestuarios de catrines, huehues, diablos, payasos y hasta hombres vestidos de mujeres, que recorren las calles de Tlaxcala para las fiestas carnestolendas.