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TLAXCALA, Tlax., 10 de febrero de 2018.- Fue en 1922 cuando, en un barrio de Santa María Tlacatecpac, en Contla de Juan Cuamatzi, antes San Bernardino Contla, naciera uno de los últimos exponentes del muralismo mexicano quien plasmó, en sus obras, la identidad tlaxcalteca, la historia de su pueblo, sus leyendas, tradiciones y costumbres.
Una de sus obras más importantes se encuentra al interior del Palacio de Gobierno, ubicado en el corazón de la capital y que en 1957 iniciara con la obra que abarcaría poco más de 500 metros cuadrados donde, luego de una ardua investigación, relataría la historia de Tlaxcala desde la cosmogonía del asentamiento de un pueblo en tierras del altiplano mexicano, pasando por La Conquista, el Siglo de oro tlaxcalteca y los siglos subsecuentes.
Obra que no culminó pues en 2007, el considerado “último gran muralista” pereció a causa de un paro respiratorio derivado de una falla renal a los 85 años.
Sus obras, diseños y libros han alcanzado diversos reconocimientos por universidades de talla internacional como la Sorbona en Francia, la Universidad de Estocolmo y las universidades de Harvard y Oklahoma en Estados Unidos, pasando a la posteridad como “El mejor muralista de México en el siglo XX”.
Cabe destacar que la fecha de su natalicio concuerda, en esta ocasión, con los festejos del ya tradicional y también reconocido a nivel nacional e internacional Carnaval de Tlaxcala, ya que, Hernández Xochitiotzin, ferviente defensor de las tradiciones mexicanas y tlaxcaltecas, dedicó parte de su obra a los danzantes en su libro “El árbol de la vida”.
Por ello, el domingo 11 se espera la realización de un homenaje para el muralista en el museo de la plástica bautizado en su nombre.