Semáforos dañados causan congestionamiento vial en la capital
TLAXCALA, Tlax., 19 de octubre de 2018.- Luego de la demanda por la vía penal ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), por Carolina Ramírez Martínez ex empleada del Ayuntamiento de Españita que denunció agresiones y acoso sexual, el regidor de este municipio Oscar Ávila Portillo, presentó licencia al cargo para enfrentar el proceso separado de sus funciones.
Y es que a principios de año que fue denunciado públicamente ante los medios de comunicación por hostigamiento sexual hacía la ex empleada, que al no acceder a sus pretensiones fue despedida por el alcalde Jesús González Guarneros e ignorada por ésta autoridad.
Meses después de constantes agresiones verbales y humillaciones de los familiares del regidor Óscar Ávila Portillo, llevó a que estas personas finalmente terminaran golpeando brutalmente a Carolina Ramírez Martínez, a su mamá y tía hasta llegar al hospital por la gravedad de las agresiones.
Así, brutalmente golpeada la víctima imploró justicia en un video que se grabó en el Hospital General de Calpulalpan donde se muestra la agresión que vivió junto a su madre por parte de la esposa, la mamá, tías y sobrinas del regidor de Educación de Españita.
Estas personas, usaron bates, palos y un objeto punzocortante para dañarle el rostro y su oreja, mientras que los hijos y un tío del regidor la amenazaron con una arma de fuego.
“Yo les pedí que ya no golpearan a mi mamá, pero me dijeron que eso me buscaba por haber denunciado al regidor Oscar Ávila Portillo, que me lo merecía… la señora Virginia, mamá del regidor, y la señora Victoria amenazaron con matarme y me siguieron golpeando con palos en mi cabeza y en mi cara”, refirió en la grabación la agredida.
Derivado de esta situación, el regidor ya enfrenta una investigación ante la PGJE, mientras que después de meses de ignorar los hechos el presidente municipal Jesús González dio la cara públicamente para deslindarse de su regidor al tiempo que organizaciones feministas exigen un castigo para el supuesto agresor y/o actor intelectual de esta brutal golpiza.