Gobierno de Tlaxcala aportará 354 MDP extraordinarios al sector salud
TLAXCALA, Tlax., 29 de septiembre de 2018.- Desde 1990 se ha registrado un descenso considerable en el número de embarazos en menores de edad. Un 11 por ciento de todos los nacimientos en el mundo, se producen entre adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años de edad
16 millones de 15 a 19 años y un millón de niñas menores de 15 años, dan a luz cada año, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.
Las complicaciones durante el embarazo y el parto, son la segunda causa de muerte entre las madres gestantes de 15 a 19 años de edad, en el mundo y cada año, tres millones de muchachas de 15 a 19 años de edad se someten a abortos peligrosos.
Los bebés de madres adolescentes, se enfrentan a un riesgo considerablemente superior de morir que los nacidos de mujeres de 20 a 24 años. El embarazo en la adolescencia sigue siendo uno de los principales factores que contribuyen a la mortalidad materna e infantil y al círculo de enfermedad y pobreza.
Las adolescentes embarazadas se ven obligadas las más de las veces, a abandonar sus estudios. Una adolescente con escasa o ninguna educación, tiene menos aptitudes y oportunidades para encontrar un trabajo. Esto tiene un costo económico para el país, puesto que se pierden los ingresos anuales que una mujer joven hubiera ganado a lo largo de su vida, de no haber tenido un embarazo precoz.
Por lo anterior, la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, despliega acciones concertadas con los centros educativos de nivel básico, medio superior y superior, para coordinar esfuerzos con las y los maestros y padres y madres de familia, mediante la estrategia JuvenIMSS, hacer que adolescentes y jóvenes, reflexionen y conozcan todas las alternativas que se
ofrecen en el IMSS, para evitar el embarazo, así mismo que vivan virtualmente la experiencia de ser padres y se percaten de la enorme responsabilidad que implica tener un hijo o una hija.
En este contexto, el IMSS, alineado a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca reducir el número de embarazos entre su población derechohabiente que se ha incrementad, ante la incorporación de las y los estudiantes de nivel medio superior y superior, como parte de su población asegurada.
Los adolescentes y jóvenes que no estudien, también pueden acercarse al IMSS para obtener los beneficios de sus programas de salud sexual y reproductiva.