CIUDAD DE MÉXICO, 19 de febrero de 2018.– El italiano Raffaele Russo, su hijo Antonio Russo y su sobrino Vincenzo Cimmino fueron reportados desaparecidos el 31 de enero en el sur del Estado mexicano de Jalisco. Sus familiares y amigos organizaron una marcha este domingo en Nápoles para denunciar la falta de respuesta de las autoridades mexicanas tras su denuncia. “Queremos contactar al presidente de México para que nos diga la verdad”, dijo uno de sus familiares al diario italiano La Reppublica. “En México saben la verdad, pero tienen miedo o no quieren decirla”.
De acuerdo con El País, se menciona que los tres napolitanos, vendedores de generadores eléctricos y comerciantes de productos chinos, viajaron a Tecalitlán, un pequeño municipio del Estado en el occidente mexicano, en el que consta la presencia del crimen organizado. En la tarde del 31 de enero, según información de la familia, Raffaele, de 60 años, fue el primero en desaparecer. Dos horas después, los otros dos intentaron rastrear a su familiar con la última ubicación del GPS del auto que había rentado Raffaele para manejar por la zona. Al llegar al lugar, Antonio, de 25 años, y Vincenzo, de 29 años, fueron rodeados por policías locales, según lo que ha contado la familia, y les ordenaron seguirlos a la comisaría.
Antonio envió un último mensaje a Daniele, su hermano, quien se encontraba en la Ciudad de México. En este le avisaba de que la policía los había detenido. Él trató de comunicarse con ambos tras recibir el mensaje, pero sus celulares se encontraban apagados o fuera de servicio. Daniele asegura que él y su hermano Francesco llamaron a la policía de Tecatitlán para conocer el paradero de sus familiares. “Al principio nos dijeron que Antonio y Vincenzo habían sido arrestados, pero en una segunda llamada lo negaron”, dijo a La Reppublica.