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TLAXCALA, Tlax., 14 de enero de 2020.- 52 productores de diversas entidades de México y Latinoamérica ofertarán una gran diversidad de tamales y bebidas tradicionales
Es un platillo que data de tiempos prehispánicos. Algunos pueblos emplean ingredientes como la iguana, armadillo o pejelagarto
Del martes 28 de enero al domingo 2 de febrero. La entrada es libre
Convertida en una tradición durante estas fechas desde hace más de dos décadas, la Secretaría de Cultura, a través del Museo Nacional de Culturas Populares de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, invitan a la XXIII edición de la Feria del Tamal, que se llevará a cabo del martes 28 de enero hasta el domingo 2 de febrero.
En los patios de este recinto museístico, más de 50 expositores mexicanos de la Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán; así como invitados latinoamericanos de Venezuela, Chile, Colombia, Panamá, Honduras, Nicaragua, Perú, Bolivia y Guatemala, ofertarán una gran variedad de tamales con ingredientes locales.
El tamal, del náhuatl, tamalli es un platillo que data de tiempos prehispánicos. Las crónicas del siglo XVI dan cuenta de su existencia como un elemento presente tanto en los ritos ceremoniales como en la vida diaria. La tradición de comer tamales el Día de la Candelaria está relacionado con el uso ritual que tenía dicho alimento en diversas festividades prehispánicas, como la del inicio del ciclo agrícola, Atlcahualo, celebrada el primer mes del calendario mexica.
La costumbre de comer tamales ha perdurado hasta nuestros días y se distingue en todo tipo ocasiones a lo largo del país, tales como bodas, cumpleaños, velorios, celebraciones dedicadas a los muertos o en Semana Santa.
En México, los tamales son tan diversos y varían según la región en la que se elaboran. Están fuertemente influenciados por los ingredientes del lugar, el tipo de elaboración y tradiciones (festivas o culinarias) a las que pertenecen, así como a las lenguas que los refieren. Están, por ejemplo, las corundas michoacanas, de origen purépecha, servidas con queso, crema y rajas; y en el sureste y la península de Yucatán, los dzotobilchay, con chaya y huevo, los chanchamitos o los vaporcitos.
De acuerdo con su procedencia son llamados de diversas maneras: hayaca en Venezuela y Colombia; humitas en Perú, Argentina y Chile; nacatamal en Nicaragua y Honduras; o pisques en El Salvador y Honduras. Todos con diferentes ingredientes y procesos de elaboración.
Una parte importante de los tamales es la manera de elaborarlos. Más allá de los ingredientes, su manufactura ha trascendido el tiempo y en algunos casos refleja procesos comunitarios y técnicas antiguas. Así vemos, por ejemplo, las corundas de ceniza, envueltas en hojas de carrizo; los mucbipollos yucatecos, horneados bajo tierra para comerse en el Hanal Pixan, en los festejos de Día de Muertos; o el zacahuil de la región Huasteca, horneado bajo tierra y que, por sus dimensiones, se comparte, sobre todo en época de carnaval o en el Xantolo -Día de Difuntos-, estrechando los lazos de la convivencia comunitaria.
En la mayor parte de México, los tamales están envueltos en hoja de maíz (totomoxtle), salvo algunos que lo están en hojas de plátano, hoja de carrizo, papatla u hoja de planta de maíz. En el centro del país, los ingredientes generalmente consideran alguna salsa que baña hortalizas o algún tipo de carne, ya sea pollo, cerdo, pescado o mariscos. En algunos lugares, incluso, los preparan con ingredientes locales como iguana, armadillo, pejelagarto, camarón o tichindas. Sin embargo, en años recientes, han optado por empelar ingredientes gourmet o menos tradicionales, como el queso de cabra, los hongos portobello o la crema de avellanas.
La Feria del Tamal, además de ofertar las muchas variedades de este platillo y bebidas que lo acompañan, ofrecerá diversas actividades, entre ellas talleres para toda la familia relacionados con el maíz y funciones de cine. Adicionalmente, se realizarán charlas con investigadores y productores entorno a este alimento.
El domingo 2 de febrero habrá un concierto a cargo del Quinteto La Milpa, que cerrará la jornada de esta feria. Con la finalidad de impulsar la ecología, se recomienda a los visitantes llevar sus recipientes.
La XXIII Feria del Tamal se llevará a cabo en el Museo Nacional de Culturas Populares, ubicado en Av. Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán, Ciudad de México. El horario es de martes a jueves, de 10:00 a 18:00 horas, y viernes, sábado y domingo, de 10:00 a 20:00 horas. La entrada es gratuita.