Gabinete de Seguridad con importantes logros contra el crimen organizado
CIUDAD DE MÉXICO, 22 de agosto de 2020.- Por las manos militares no solo pasan armas letales, ni solo tocan la rudeza del campo de batalla, ya sea en el combate al crimen o apoyando en tareas de reconstrucción tras los desastres naturales, también tienen la delicadeza y enorme honor de diseñar y confeccionar el símbolo patrio más representativo y significativo para México, la Bandera Nacional.
Esos lienzos de tela, verde, blanco y rojo, con la imponente águila devorando una serpiente postrado sobre un nopal, como escudo nacional, son convertidas artesanalmente en esa hermosa Bandera que, como dice su canto, desde niños sabemos venerarla, y también por su amor vivir, pues en ella se encierra la historia de un país hecho a base de lucha y unidad.
Desde las instalaciones de la Dirección General de Fábrica de Vestuario y Equipo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ubicado al oriente de la Ciudad de México en la alcaldía de Iztapalapa, integrantes del Ejército elaboran las casi dos mil banderas que ondean en los recintos militares del país, así como en algunos espacios tales como San Jerónimo o el Zócalo capitalino.
Hasta este imponente espacio llegó Quadratín México, donde el Capitán primero, el Ingeniero Industrial Ricardo Ramírez Zamora, explicó cómo ahí hacen anualmente aproximadamente mil 950 banderas de todos los tamaños, incluyendo las monumentales que van de los 50 metros, como la que ondea en el Zócalo capitalino de la Ciudad de México, hasta los 150 metros, de esta última, la más grande, y de la cual solo existe una y está en Piedras Negras, Coahuila.
El capitán Ramírez Zamora, hombre originario de Guanajuato, alto, de voz firme, amable y de trato agradable, con apenas un año y medio en estas instalaciones, pero con amplia experiencia en su ramo y quien habla orgulloso de la responsabilidad que tienen, literalmente en sus manos, continuó detallando que además de la cantidad que tienen programadas por año, hay banderas que se hacen para ocasiones especiales y que están fuera de lo previsto.
Dejó en claro que la llegada del mes patrio, no significa un aumento en la producción de Banderas, pues ésta se determina anualmente por el Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, quien de acuerdo a una logística, a los procedimientos de distribución y al tiempo de vida de las banderas, determina la cantidad.
“En septiembre no hay producción extra, es el mismo, estoy ya está definido, es más, un año previo se estima y se cuantifican las necesidades del año siguiente, entonces, el programa de producción está fijado anualmente y se programa antes de iniciar el año”, explicó.
El arte en proceso de confección
En la confección de la insignia nacional participan un total de 14 militares que se encuentran en la línea de Banderas, como se le conoce a este espacio, seis en el área de ensamble y ocho en el de pintado y horneado del Escudo Nacional, que trabajan entre ocho y nueve horas de lunes a viernes, y solo, cuando se requiere, los sábados.
Ahí se lleva a cabo todo un procedimiento donde las manos y paciencia de los integrantes del Ejército logran una verdadera obra de arte, pues desde el inicio del proceso que es el teñido de las telas, hasta que sale la bandera terminada de las máquinas de coser industriales que utilizan, pasan entre 10 y 16 días.
El tiempo se determina por el tamaño de las Banderas; es importante señalar que toda la materia prima que llega este lugar, antes de ser utilizada pasa por un laboratorio textil para verificar que cumpla con todas las propiedades que debe tener, y si es aprobado, inicia su proceso productivo, de lo contrario, se rechazan los materiales.
Luego de este paso, el proceso de una Bandera tiene tres momentos generales, la tela en crudo tiene un tratamiento especial en la fábrica de teñidos donde se aplican colores verde, blanco y rojo, y acabados; posteriormente pasa a la de corte donde se dimensionan los lienzos, para enseguida llegar a la fábrica de confección o ensamble.
En esta parte se confecciona el lienzo blanco para que pueda pasar al proceso de calca a lápiz y papel albanene del Escudo Nacional y luego se aplican los colores; se utilizan pinturas para telas a la que se les agregan aditivos especiales para que tengan mejor fijación en la tela.
Para darle color y vida al Escudo Nacional, se utilizan 11 colores base y cinco más para los relieves; posterior al proceso de pintado, donde participan ocho militares, el lienzo blanco con el Escudo pasa por un procedimiento de horneado a 220 grados centígrados por espacio de ocho minutos aproximadamente, esto es para que la pintura logre una fijación adecuada a la tela.
Finalmente, este lienzo se ensambla a los verdes y rojos para formar la hermosa Bandera de México, que de acuerdo al juramento que aprendimos desde niños, es el legado de nuestros héroes y símbolo de la unidad de nuestros padres y de nuestros hermanos.
La vida física del bien eterno de la nación
La vida útil de una bandera determina también su producción, sin embargo, el proceso de tratamiento de las telas y obviamente la experiencia permite que éstos lienzos tricolores pueden durar de uno a 10 años, dependiendo si son Banderas que se utilizarán en exteriores o interiores de los recintos.
Al respecto, el capitán Ramírez destacó que de las casi dos mil banderas que confeccionan, mil 142 son para exteriores de los edificios militares, así como las monumentales, por lo que, el tratamiento de la tela que se utiliza debe ser muy cuidadoso.
La tela con la que se confecciona el lábaro patrio, pasa por un tratamiento especial donde se aplican los colorantes para teñirla en los tres colores, verde, blanco y rojo; mientras que los acabados son para hacerla resistente a la luz ultravioleta y la humedad.
Esto es porque de las mil 950 banderas que se confeccionan anualmente, aproximadamente mil 142 son para exteriores de los edificios militares, y monumentales, por lo que necesitan tener un tratamiento especial para resistir las inclemencias del tiempo en cualquier parte del país que ésta se encuentre.
Mientras que las banderas que se utilizan en interiores, en algunos casos son de tela raso, un material que se adquiere y se utiliza con los colores y acabados que tiene, sin ningún tratamiento especial.
Un privilegio, pintar en Escudo Nacional
Para todos y cada uno de los que ahí laboran es un verdadero honor confeccionar la Bandera nacional, y así lo demuestra el Sargento Segundo Auxiliar Oscar Silva Estrada, quien arrodillado al lábaro patrio, con paciencia y extremo cuidado pinta cada trazo del imponente y hermoso Escudo Nacional.
Entre las hojas de laurel y olivo, el nopal y la serpiente, para su faena que, aunque cansada por la incómoda posición, él asegura que lo llena de satisfacción, y nos expresa lo orgulloso que siente de ser de los pocos que tienen ese gran privilegio, que con la práctica de los años puede hacer maravillosamente.
— Llevo aproximadamente 20 años pintando banderas
¿Qué significa para usted ésta labor?
— Es un gran orgullo, un privilegio ser de los pocos que podemos pintar el lábaro patrio
¿Qué siente cuando ve una bandera ondeando en algún plaza y qué tal vez usted pintó?
— Un sentimiento de orgullo, de decir que yo participé en pintar el Escudo Nacional
Luego de tantos años dedicado a esta labor, el sargento Silva ya perdió la cuenta de cuántas Banderas que él pintó, ha visto ondear en el país, o incluso, en el extranjero, a donde sabe que también han llegado.
Afirma que su familia se sienten orgullosos de lo que hace, y se le ilumina el rostro cuando recuerda que sus hijos desean algún día pintar también una Bandera como lo hace él. “Ellos (mis hijos) han expresado su deseo de querer formar parte de esta institución (Sedena) para mí sería un orgullo si llegaran a entrar”.
Reitera que aún con el cansancio, la satisfacción y el gozo es ver su trabajo terminado, “dedico un aproximado de ocho a nueve horas, siento cansancio y satisfacción, ambos, al ver que ya está terminado el Escudo Nacional y el Lábaro Patrio, es un gozo de ver el trabajo terminado”.
El complejo que conforma la Dirección General de Fábrica de Vestuario y Equipo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) alberga un total de 11 fábricas: dos de tejido; una de acabados, teñidos y estampados; una más de trazo y corte; cinco fábricas de confección; una fábrica de calzado, y una de muebles metálicos.
Por lo que aquí se encargan de surtir a todo Ejército; terminada la producción de todo lo que ahí fabrican, se entrega a los Almacenes Generales de Intendencia en el Campo Militar Número 1, quienes se encargan de realizar la logística de distribución en todo el país, y ello incluye, por supuesto, la Bandera Nacional.
Datos curiosos
Bandera Nacional en la historia