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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de octubre de 2019.- En el día de muertos las almas de los difuntos regresan a casa, para no perderse en este viaje sus familiares les dejan un camino hecho de flores de cempasúchil que los lleva hasta las ofrendas. La tradición mexicana dice que se guían por el olor de los pétalos.
El cempasúchil es una planta cultivada en la cuenca del valle de México vinculada con el festejo más importante de México: el día de muertos, dijo Andrés Medina Hernández, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
Quince días antes, los viveros de Xochimilco y el mercado de Jamaica pintan sus locales con esta flor, que actualmente no sólo es naranja, también las hay de varios colores y mezclas. Los productores de esta zona la han trabajado para crear nuevas especies, agregó el académico universitario.
Su producción
Jorge Pinzón, un comerciante del vivero de Cuemanco, explica en entrevista para UNAM Global que el cultivo de esta flor comienza desde junio.
Las semillas germinan después de 15 o 20 días, de ahí se colocan en maceta o bolsa.
A los tres meses ya tienen botón y quedan listas para la venta realizada desde mediados de octubre hasta el cinco de noviembre.
“Hoy trabajamos colores como el amarillo, naranja, rojo, naranja claro, rayado, blanco y hasta amarillo limón.
Para nosotros, la venta de esta flor no representa tanto un ingreso, sino más bien es una tradición”. Por su parte, Misael, un comerciante del mercado de Jamaica, cuenta que la venta de esta flor es también una tradición familiar y están orgullosos de trabajarla.
“En Xochimilco cada vez somos menos los que sembramos estas flores”. Ambos comerciantes coincidieron en que la gente les compra el producto para recibir a sus difuntos, guiarlos desde el más allá hasta sus hogares y recibirlos con todo el cariño.
La tradición
De acuerdo con Andrés Medina, esta flor es muy recurrente en los panteones, cuando las familias visitan a sus difuntos y comen con ellos junto a sus tumbas.
El cempasúchil es originario de México, y desde antaño se ha vinculado con la fiesta del día de muertos, pero es posible que también se utilice en otros festejos similares mesoamericanos, como es en Guatemala, Salvador, una parte de Honduras y Nicaragua, concluyo el académico universitario.