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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de febrero de 2018.- Juan Pablo Rojas Pérez, Líder la Confederación Nacional de Productores de Maíz de México, propuso a los industriales de la masa y la tortilla firmar acuerdos directos de compra con los productores de maíz blanco a fin de evitar el intermediarismo y así disminuir el precio del kilogramo de tortilla para ubicarlo a por lo menos 10 pesos al consumidor.
De acuerdo al boletín oficial, se menciona que en conferencia de prensa, donde dio su balance sobre el resultado de la Sexta Ronda de Negociaciones del TLCAN y fijó postura sobre el panorama electoral 2018, el dirigente de los maiceros precisó que es urgente disminuir las importaciones de maíz amarillo, que es para consumo animal, pues actualmente el país compra 14 millones de toneladas por los cuales paga más de 2 mil 600 millones de dólares al año, cifra que debería invertirse en infraestructura agrícola como caminos saca-cosechas, almacenes para el grano y para la ampliación de la superficie de siembra de este grano.
El representante de más de 207 mil productores maiceros, detalló que si bien no se prevé otro aumento en el precio del kilogramo de tortilla, sí es indispensable trabajar por reducir el valor de este alimento donde el productor primario no es el beneficiario en la utilidad que genera la venta del maíz blanco para su industrialización.
Declaró que Sonora y Guerrero son los únicos estados donde está, el kilogramo de tortilla a 18 pesos.
Por ello, insistió en que entre productores e industriales de la masa y la tortilla debemos lograr convenios, contratos de compra-venta directa del grano donde, ambas partes saldrían beneficiadas así como el consumidor final en lugar de adquirir el maíz a Cargill y Maseca.
Incluso, dijo que el precio no solo podría ubicar en 10 pesos el kilogramo sino que es factible llegar a hasta los 6 pesos el kilogramo de tortilla, lo cual sería muy positivo.
Del mismo modo que invitó a los industriales de la masa y la tortilla a llegar a acuerdos en beneficio de la cadena alimentaria en cuestión, Juan Pablo Rojas Pérez, convocó a los precandidatos presidenciales del PRI, PAN-PRD y MORENA a escuchar las propuestas de reforma al campo que tiene la CNPAMM y mostrar las alternativas políticas que los aún precandidatos tienen en materia rural.
Por lo anterior y por el proceso político que vivimos “nos manifestamos en contra de la manera y forma de como hoy los precandidatos de las alianzas y frentes existentes se desgarran y desgañitan para lograr convencer al electorado de este país y lograr sus objetivos, mezquinos y sin rumbo político, social, económico y sin futuro como nación”.
Lamentó que “uno de ellos, Andrés Manuel López Obrador, es capaz de resucitar al diablo con tal de lograr su objetivo, haciendo propuestas con base en el enojo de la población, para el caso del sector y del maíz, prometiendo precios de garantía cuando bien sabemos que los precios no los pone o impone un gobierno sino la oferta y demanda”.
Sostuvo que la CNPAMM se manifiesta en contra de la forma con la que prometen generar empleo, ingresos y bienestar social, productivo y más cuando bien saben que las condiciones internacionales no permitirán hacerlo y olvidan que con promesas ya no se ganan votos.
Comentó que tampoco Ricardo Anaya, desde su frente político-electoral ha mostrado propuesta alguna a favor del campo mexicano y el único que se ve con intenciones de atender al sector es José Antonio Meade.
Expuso que Meade tiene 5 puntos sobre el sector primario y ha tomado en cuenta la propuesta de la Confederación para impulsar la Reforma para el Campo de llegar al poder así como garantizar una política agrícola integral con subsidio pero también con incentivos basados en crédito y programas de Extensionismo Rural.
En materia del TLCAN, recordó que hasta 1994 las importaciones de maíz de EU no rebasaban las 200 mil toneladas y estas contaban con un arancel de 206.4%, en 2007 solo pagaban 18.2% y 0 a partir de 2008; antes del TLC crecía la población pero también había productividad y existían los programas que generaban producción, ya con el TLC, por los compromisos contraídos, se desincentivaron las inversiones productivas y sigue creciendo la población, lo cual ha generado un creciente proceso de importación.
Por las condiciones en la que existimos los productores “exigimos se tomen las medidas necesarias para proteger a los productores y se impongan cupos, cuotas y/o aranceles con la finalidad de que la producción nacional sea consumida preferentemente antes que permitir la entrada de la producción extranjera, de esa manera se obliga y se interesa al productor mexicano a producir más y mejor”, concluyó