Fallece trabajador del Ayuntamiento de Sanctórum tras derrumbe de tierra
CIUDAD DE MÉXICO, 01 de enero de 2018.- Cada año, cuando faltan unos minutos para que acabe el 31 de diciembre, Carmen le pide a sus hijos y a sus nietos que se alejen de las ventanas de su vivienda ubicada en una céntrica colonia de Culiacán, la capital de Sinaloa. Esta enfermera de 65 años que ha residido toda su vida en este Estado del noroeste del país sabe que poco antes de la media noche los balazos se escucharán por varios minutos hasta que comience el año nuevo. “Cuando yo estaba niña eso era una costumbre de los ranchos y los pueblos. En Guamúchil (otro municipio del Estado), donde yo vivía, mi abuelo tiraba balazos para anunciar el nuevo año y despedir al viejo, pero nunca supimos de un accidente porque eran lugares poco poblados, cuando pasaron los años ya comenzaron los problemas”, cuenta.
De acuerdo a la inbfirmación oficial de El País, se menciona que esta práctica no es exclusiva de Sinaloa —también se realiza en otros estados del norte del país como Sonora y Baja California—, pero sí se ha intensificado por la proliferación del crimen organizado que posee armas de topo calibre, considera Leónidas Alfaro Bedolla, escritor sinaloense. “Este asunto de celebrar el año nuevo con balazos no es exclusivo del narcotráfico. Se ha intensificado, eso sí, porque ahora las armas están en todas partes”, explica.