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Toluca, Edomex, 4 de abril de 2021.- Con el inicio del horario de verano, en el que se adelantan los relojes una hora, puede ovacionar en algunas personas fatiga, cansancio e irritabilidad, al alentarse los ciclos del sueño, sin embargo, el organismo se recupera y adapta en un lapso de tres días, cuando el cuerpo regula los ritmos circadianos.
El cambio de horario altera la secreción de melatonina, la hormona que regula los estados de vigilia y sueño en función de la luz solar, a más luz se produce menos, por lo que la función de inducir el sueño se produce de forma más tardía, y es dicha regulación la que genera el cansancio, la fatiga e irritabilidad.
“El cuerpo tiene funciones que se encuentran sincronizadas, lo que se conoce como ciclo circadiano, que son horarios específicos para comer y dormir. Cuando se presentan modificaciones, es necesario realizar ajustes para realizar las actividades cotidianas”, explicó Mauricio Espinosa Lugo, coordinador de Enseñanza e Investigación de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 222, del IMSS, Estado de México Poniente.
Para aminorar los efectos, el especialista recomendó evitar las siestas diurnas los primeros días para conciliar el sueño durante la noche, ajustar el reloj y seguir un horario regular para levantarse y acostarse, en caso de presentar los síntomas por más de cuatro días, acudir al médico para determinar alguna otra causa que pueda provocarlos.
Las personas más susceptibles y con mayor reticencia al cambio de horario son quienes tienen algún trastorno del sueño, y adultos mayores.