Mujer pierde la vida en accidente vial en la carretera Apizaco-Tlaxco
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de marzo de 2018.- En sus memorias, Breve historia de mi vida, Stephen Hawking recuerda que pasados sus años de estudiante tuvo que elegir un campo de estudio en el que ganarse la vida como científico. En la universidad había sido un estudiante vago, malísimo en matemáticas, pero también convencido de que las personas más listas de su generación se dedicaban a la física. Finalmente, escogió la física teórica porque en ella podía hacerse un nombre con una idea gestada “en una tarde, o antes de irse a dormir”, escribió con sorna.
De acuerdo a la información de El País, se menciona que las dos grandes contribuciones científicas de Hawking tienen que ver con los agujeros negros. La teoría general de la relatividad de Einstein predice la existencia de estos objetos formados a partir de estrellas colapsadas que concentran tanta masa, densidad y presión que nada, ni siquiera la luz, puede escapar a su empuje gravitatorio y es engullida para siempre. En 1974 Hawking propuso que los agujeros negros no son tan negros después de todo, pues emiten radiación en forma de calor. Al final sí hay cosas que pueden escapar a un agujero negro, concretamente lo que pasó a llamarse radiación Hawking. Eventualmente todos los agujeros negros acaban desintegrándose en una gran explosión, pero normalmente los objetos de este tipo son tan grandes que tardarían en desaparecer más de 13.700 millones de años, la edad del universo. La teoría de la radiación Hawking se centraba en agujeros mucho más pequeños formados a partir de fluctuaciones en los orígenes del universo. Estos sí pudieron desintegrarse “produciendo tanta energía como un millón de bombas atómicas”, escribió el científico.