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CIUDAD DE MÉXICO, 31 de diciembre de 2018.- Existe un lugar en la Ciudad de México en el que la fe y el misticismo convergen.
Dentro de la colonia Merced Balbuena se ubica el Mercado Sonora, comúnmente conocido como el mercado de los brujos y los animales, estos últimos puestos en venta de manera clandestina.
De la vista de sus visitantes no escapan algunos de los pasillos angostos en los que resaltan las imágenes de la Santa Muerte, elfos, e incluso pociones, velas y jabones para la abundancia o el amor.
“No sabía que había cosas como estas, yo respetaba esto y decía: no pues no existe, pero ya cuando te empiezas a adentrarse y aprender es cuando ya ves, no es que te imagines las cosas”, mencionó Lorena Silva, trabajadora del local 207 del mercado.
Su especialidad es la realización de veladoras, en la que se puede tardar hasta un día. Los amarres y las limpias no son lo suyo, le da miedo atraer energías no deseadas, “sí puedo hacer limpias pero no me gusta porque el hecho de que tu hagas una limpia es cargarte todo lo negativo”.
En su trabajo lleva apenas 5 años, y aunque al principio no dimensionaba la fe de las personas a estos rituales esotéricos el tiempo se ha encargado de convertirla en una creyente más. “Hacemos trabajos, como amarres, desamarres, todo tipo de limpias, ya sean con puros, con ramos, con huevo, con piedra de lumbre para despojar”, explicó.
Sin embargo aseguró que, aunque el ritmo agitado de trabajo se mantiene en todo el año, en las épocas decembrinas la demanda sube. “Nosotros vendemos la canasta con las veladoras de fin de año, que se prende una por mes (…) la canasta tiene un valor de 70 pesos, viene con 12 veladoras de diferentes colores, 12 semillas diferentes y la oración; ahí se explica qué color se prende cada mes”.
En el mercado también se hacen presentes las imágenes de los puercos, animal del calendario chino y al que se le dedica el 2019, explicó Alondra quien tiene cerca de 18 años en el local 201 como trabajadora. “Los amuletos ahorita son lo fuerte para nosotros, los elaboramos con colmillo de coyote, semillas de la abundancia y cuarzos, de cualquier amuletos tenemos, del que tú quieras, hay unos desde 50 pesos hasta de 200”, dijo.
Al igual que Lorena, Alondra se dedica a la realización de limpias.
El proceso consiste en limpiar a las personas con un ramo, elemento al que se le añade el puro, cascarilla, aguardiente y un spray. “Antes de que pases a tu limpia te hacemos una visualización donde te decimos que está pasando contigo, tiene un precio de 200 pesos”, comentó.
A más de sus 61 años las personas asisten al mercado con la esperanza de curar sus males, limpiar su energía o concretar una relación.
La devoción a la huesuda y la fe ciega al esoterismo se convierte en el principal atractivo del recinto desde su apertura en 1957.
Aun así entre sus locatarios se mantiene el escepticismo, como mencionó Alondra “la brujería no existe, lo que existe es la maldad”.