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GUADALAJARA, Jal., 28 de septiembre de 2020.- Escuchar la palabra Puente Grande de inmediato te recuerda la primer fuga de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán, ocurrida el 19 de enero de 2001, cuando, según información oficial, el narcotraficante utilizó un carrito de lavandería para atravesar todos los controles internos de seguridad y escapar del complejo penitenciario.
Hoy 28 de septiembre del 2020, con tan sólo 27 años de su creación, se anuncia el cierre del Centro Federal de Readaptación Social número 2 con sede en Jalisco.
Ubicado en la Carretera a El Salto, en dicho municipio, fue inaugurado en el año de 1993, con una capacidad para recluir a 724 internos y en la actualidad contaba con la reclusión de 376 internos, es decir, poco más de la mitad de su capacidad esto después de que el pasado mes de julio, 380 presos considerados de alta peligrosidad fueron trasladados a otros reclusorios federales.
El Cefereso 2 cuenta en su haber la reclusión de importantes integrantes de la delincuencia organizada, entre los que destacan Joaquín Guzmán Loera El Chapo (Se fugó en 2001), Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo Don Neto, fundadores del Cártel de Guadalajara, así como la de Miguel Ángel Treviño Morales alias el Z40; Vicente Carrillo Fuentes El Viceroy; Adán Salazar Zamorano Don Adán; Israel Vallarta Cisneros; Jesús Méndez Vargas El Chango y Juan Pedro Farías Saldívar Z-27, entre otros.
El 19 de enero de 2001 la historia de la prisión de máxima seguridad se vería opacada por la fuga del Joaquín Guzmán Loera. En aquella ocasión las alarmas de fuga se activaron luego del pase de lista a la que El Chapo no respondió.
Aquel día, la versión oficial señala que el capo escapó de su celda en el módulo 3 del penal poco antes de cumplir 8 años recluido después de ser capturado el 9 de junio de 1993 en la frontera de Guatemala, utilizando un carrito de ropa sucia, se introdujo y fue tapado con las prendas, posteriormente, fue llevado hasta el garaje de la prisión donde abordó un vehículo para salir del penal sin dejar rastro.
Dicha fuga marcaría al Centro Federal de Readaptación Social número 2 con sede en Jalisco de corrupción y de fragilidad para contener a presos de alta peligrosidad. Trece años después, Guzmán Loera fue detenido en unos condominios de Mazatlán, Sinaloa.
El reclusorio mermó con manifestaciones de los reclusos en las que dejaban de comer para exigir mejores atenciones para ellos y sus familiares durante las visitas.
Fue el pasado 1 de julio cuando se registró el traslado de 380 presos considerados de alta peligrosidad a diferentes penales del País.
En aquella ocasión elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina Armada de México y la Guardia Nacional acudieron hasta le complejo penitenciario a bordo de varias unidades y acompañados de por lo menos 17 autobuses en los que abordaron a los reos y posteriormente por tierra y aire trasladados a su nuevo destino.
Las avenidas principales de la Zona Metropolitana de Guadalajara se vieron tomadas por vehículos artillados y convoy de unidades federales: carretera libre a Zapotlanejo, Calzada Lázaro Cárdenas y Avenida Aviación, hasta la Base Áerea Militar, en Zapopan.