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MORELIA, Mich., 19 de marzo de 2021.- Este 19 de marzo se celebra el llamado Día Mundial del Sueño, fecha que se ha instaurado con la idea de generar conciencia sobre la importancia de dormir bien, sin contratiempos y combatir los diferentes trastornos que con este se relacionan.
Esta fecha se conmemora el viernes anterior al equinoccio de primavera, convocada por el Comité de la Sociedad Mundial del Sueño con profesionales dedicados al estudio de esta área de la salud alrededor del mundo. Se pretende informar a la población sobre las consecuencias que los trastornos del sueño traen a la salud física y mental, pues su correcto desarrollo evita incluso problemas de salud crónicos, como la obesidad y la diabetes.
Especialistas estiman que alrededor de 40 millones de mexicanos sufre algún tipo de trastorno del sueño; de estos, el insomnio es el más común y afecta en mayor medida a las mujeres y personas mayores.
Principales trastornos
De acuerdo con datos de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hay varios problemas que se relacionan con el sueño en los mexicanos, siendo los principales el insomnio, trastornos respiratorios, somnolencia, sueño insuficiente, ronquidos, sexsomnia, narcolepsia, parasomnias, terrores nocturnos y sonambulismo.
El insomnio es uno de los más comunes, consistente en problemas para lograr conciliar el sueño, cuyo tratamiento generalmente incluye cambios en el estilo de vida, terapia o medicamentos; puede ser agudo (de corta duración) o crónico (de larga duración).
Los trastornos respiratorios son aquellos que se caracterizan por una alteración de la respiración durante el sueño; el movimiento respiratorio está disminuido o ausente de una manera intermitente o cíclica, debido a una disfunción cardíaca o del sistema nervioso central.
En el síndrome de apneas obstructivas del sueño se produce una obstrucción al flujo del aire en la vía aérea, y en presencia de movimientos respiratorios, a menudo enérgicos para intentar superar la obstrucción, hay una inadecuada ventilación.
La somnolencia diurna excesiva se refiere a la necesidad de dormir involuntariamente frecuente e incontrolable que se presenta durante el día, a pesar de haber dormido tiempo suficiente, cuya sensación es habitual en cerca de un 8 por ciento de la población.
El sueño insuficiente se caracteriza por somnolencia excesiva diurna consecuencia de que se privan de sueño de manera crónica e intencional en busca de tratar de ser lo más productivo posible durante el día; muy común en adolescentes y adultos jóvenes. El ronquido es de los trastornos más frecuentes, sobre todo en personas mayores de 40 años; es un problema complejo que incluye varios factores de riesgo, como tener sobrepeso u obesidad y se corre el riesgo de desarrollar hipertensión o arritmias.
La narcolepsia es una enfermedad rara de causa desconocida que usualmente aparece en la adolescencia y juventud, caracterizada por periodos de sueño incontrolable, pérdida de la fuerza después de una emoción intensa, y su duración suele ser de segundos o pocos minutos y la recuperación es inmediata y completa.
Las parasomnias son conductas indeseables que se dan durante el sueño, como llorar, hablar, gritar, caminar o incluso comer; las más comunes son las pesadillas y aparecen durante la infancia y disminuyen en la adolescencia; las más conocidas son el sonambulismo, tener conducta violenta durante el sueño, orinarse dormido.
La sexsomnia o sonambulismo sexual, es la aparición de conductas sexuales durante la fase del sueño profundo y consiste, en practicar sexo aun estando dormidos, sion que la persona recuerde lo ocurrido al despertar.
En pandemia
Expertos de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM realizaron un estudio en el que se arrojó que la gente se acuesta y levanta mucho más tarde de lo que habitualmente lo hacía, atrasando los horarios para el consumo de alimentos a lo largo del día.
Ha aumentado preocupantemente el uso de computadoras y celulares por trabajo o distracción, sobre todo en las noches, provocando mayor estimulación luminosa y mermando la calidad del sueño.
De igual manera se detectó que quienes consumían drogas han incrementado su hábito en deterioro de la calidad del sueño, además de que en la cuarentena aumentó el consumo de medicamentos de uso hipnótico, utilizados para combatir el insomnio, e incluso aumentaron las pesadillas, parálisis del sueño, y los ronquidos, vinculados con problemas de ansiedad, por lo que se recomienda solo dormir de noche y no de día.