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MORELIA Mich., 24 de diciembre de 2019.- La cocina michoacana es variada; hay sabores y texturas que se disfrutarán como cena de Nochebuena para darle la bienvenida a la Navidad.
Esa variedad se lleva a las casas justamente en los días festivos, cuando la sazón acompaña las mesas con los seres queridos. “No todos preparan pavo; aquí se llama ‘guajolote’, no ‘pavo”, dice María a Quadratín, una madre de familia de tres, que disfruta de la comida local.
“En Michoacán somos varias ideologías, varios señoríos”, explica la también artista visual. Cuestiona sobre la cena que comerán en la Meseta Purépecha, para el valle de Apatzingán, “así de distinto es el estado”, dice.
“Íbamos a cenar langostas a la talla pero no se dio”, confiesa y dice que esto es porque van a viajar al Oriente del estado donde cenarán con una de sus hermanas. Su sobrina, quien es chef, preparará pierna y unos postres, y su hermana preparará un guajolote con mole, “va a ser muy diversa la cena”, asegura.
La señora Julia y su marido Juan, prepararán pavo en adobo, con una receta especial que hacía doña Licha, mamá de Julia, desde hace muchos años y que le heredó a su hija.
No dicen mucho al respecto sólo la señora Julia segura que los ingredientes son netamente michoacanos, y que es un platillo que su familia disfruta desde hace muchas generaciones.
Este platillo lo van a acompañar con los famosos romeritos; “los hacemos porque a los adultos nos gustan mucho y los hemos comido desde que somos niños”, dice Juan, un hombre que ya rebasa los 60 años.
Juan reconoce que este platillo ya no es muy popular entre sus sobrinos y nietos, prefieren otras cosas como pavo, pierna, o espagueti, “se han ‘agringado”, refiere.
La señora Rafaela se reúne con sus hijos para preparar la cena de esta Nochebuena. Trabajan duro picando verdura para un caldo con crema y pechuga de pollo que llaman sopa ‘nelusco’ y que aseguran es ya un sabor tradicional en la familia.
También preparan costillas a la barbicue y un poco de pavo. Perdieron mucho tiempo por la mañana haciendo filas para atraer bollos de una conocida tienda de supermercado.
Para beber tendrán unas botellas de vino tinto, un jugo concentrado de manzana para los más pequeños, y una serie de postres que incluye pay de queso con fresas, y un pastel de chocolate.
El pollo relleno con frutas y carnes frías es una opción para Yunuén y su familia, integrada por cinco hijos. Se reúne con sus hermanas quienes se encargan de llevar un espagueti que combinan con un lomo a la “coca”, receta heredada de su mamá quien falleció hace pocos años. Saben que más que la comida, es el ritual de estar juntas, porque los sabores se disfrutan en esta compañía, “como le hubiera gustado a mamá”.