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TLAXCALA, Tlax., 04 de mayo de 2018.-De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP), elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los centros de reinserción social de Tlaxcala ocuparon el octavo lugar de evaluación al respeto de los derechos humanos recibiendo un puntaje de 6.99, después de Guanajuato y Querétaro, donde los centros penitenciarios tuvieron calificaciones apenas aprobatorias de 8.19 y 8.13 respectivamente.
En este sentido, la evaluación no ha sido benéfica para los CERESOS de Tlaxcala y Apizaco, ya que de tener una calificación de 7.80 puntos en 2011, esta fue decayendo a lo largo de los años.
Hasta 2017 el centro de Apizaco contaba con una población de 306 hombres y 55 mujeres apenas por debajo de su capacidad para 474 hombres y 55 mujeres, mientras que el centro en el estado se encuentra casi al 50 por ciento de su capacidad con 288 personas recluidas en un espacio para 472.
El documento destaca que el centro de reinserción en Apizaco requiere de mejoras en la aplicación de programas de prevención de adicciones, mejorar sus condiciones de gobernabilidad y servicios de salud, prevención de violaciones a los derechos humanos o vías de remisión de quejas probables a los derechos humanos; mientras que el CERESO del estado únicamente logró el semáforo verde en el rubro de reinserción social del interno pues hay una aparente insuficiencia de actividades laborales y de capacitación.
Asimismo, del total de féminas recluidas solamente se presentó un caso de mujer con hijos al interior del CERESO contrario a Nuevo León donde 32 mujeres tienen hijos al interior del centro.
En este sentido se registraron hasta 2017 un total de 25 riñas y 8 situaciones de desorden, empero ningún caso por suicidios, homicidios, motines o casos de abuso, por tanto tampoco hubo quejas interpuestas a los propios centros de reclusión empero sumaron tres dirigidas a órganos garantes de derechos humanos.