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ALDAMA, Chis., 20 de agosto de 2020.- Más de un millar de indígenas tsotsiles de las comunidades de Chivic, Yetón, San Pedro Cotsilnan, Tabak, Cocó y Xuxchen se desplazaron a las montañas y campamentos habilitados como refugios ante los constantes ataques armados que sufren de grupos armados presuntamente de Santa Martha, Chenalhó; con quien mantienen un conflicto agrario.
Las agresiones se intensificaron desde el pasado viernes y hasta el miércoles las ráfagas de armas de grueso calibre continuaban de forma constante, obligando a los pobladores de las comunidades San Pedro Cotzilnan, Yeton, Tselejpotobti, Tabak, Cocó y Xuxchen a huir para no morir por las balas.
De acuerdo al presidente municipal por usos y costumbres de esta localidad, Adolfo Victorio López Gómez hay un desplazamiento forzado de mujeres, niños, adultos mayores y hombres, a los cuales están ubicando en viviendas particulares y centros deportivos habilitados como albergues temporales.
López Gómez aseveró que los pobladores de Aldama no han atacado ni respondido a las agresiones armadas de Santa Martha, Chenalhó, como los han acusado.
“Anoche la policía estatal que se ubica en Santa Martha fue agredida, secuestrada y obligada a disparar en contra de nuestras comunidades, mientras que los policías del destacamento de Cocó huyó ante los disparos”, explicó el alcalde.
Adultos mayores se quedan a la merced de grupos armados
María Méndez Ruiz, de 80 años de edad, logró huir junto con otras familias a una vivienda habilitada como refugio en la comunidad de Chivic, pero su esposo Mariano Jiménez de 81 años no pudo, debido a que por su avanzada edad y problemas con la vista ya no puede caminar por las montañas.
La mujer se observa triste y pensativa, se cubre el rostro cuando escucha las detonaciones de armas de grueso calibre. Ayudada por un traductor, la mujer explica en tsotsil que teme por la vida de su esposo, ya que no tiene que comer.
Dice que muchos ancianos se han quedado en sus viviendas debido a que por su avanzada edad y enfermedades que padecen no pueden huir a las montañas.
En la vivienda de 20 metros cuadrados aproximadamente se refugian más de 15 familias, en su mayoría mujeres con niños lactando, quienes carecen de alimento y ropa; algunos se encuentran enfermos debido al frío y la lluvia que azota las montañas de este municipio ubicado a unos 60 kilómetros de San Cristóbal de las Casas.
Rosa Jimenes, quien habita cerca de los linderos con Chenalhó, es una de las mujeres que huyó para proteger a sus cinco menores hijos.
“Casi toda la noche hay disparos, los niños se asustan y se acercan a las madres para sentir la protección, tuve que huir para buscar una zona segura, en el monte pasamos frío, hay mucho sufrimiento”, señala.