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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de noviembre de 2020.- La doble mutante de la potente toxina del alacrán rojo de la India, llamada tamapina, que contiene su veneno, es capaz de inhibir la metástasis, es decir, la migración de algunos tipos de células cancerígenas, de acuerdo con los resultados obtenidos por científicos del Instituto de Química (IQ) de la UNAM.
Por su relevancia, esa mutante se encuentra en proceso de patente. Federico del Río Portilla, investigador del IQ, y su estudiante de doctorado, Marlen Mayorga Flores, refirieron que al modificar a la tamapina se produce el “bloqueo” del movimiento de las células malignas de 60 a 70 por ciento utilizando una concentración pequeña de la toxina del Mesobuthus tamulus, específicamente para ciertos tipos de cáncer: mama, piel y próstata.
El académico universitario explicó que el primer paso para que las células malignas se vuelvan metastásicas es que comiencen a migrar.
Inicialmente se desarrollan en un órgano o tumor pequeño que luego crece; en la medida que pasa el tiempo pueden comenzar a moverse a otros sitios del cuerpo.
Esa fase es la responsable de la muerte de las personas con cáncer. Las células, detalló, tienen “poros” llamados canales iónicos, por donde se “alimentan”.
De ese modo, por ejemplo, entran sales, como los iones de sodio, potasio o calcio, azúcar y otros nutrientes.
En la Universidad de Tours, Francia, colaboradores de los universitarios encontraron que algunos de esos poros, denominados canales SK, son importantes porque si se inhiben se evita que se produzca la migración de las células cancerígenas.
Y la mutante de la tamapina, además de ser potente, cumple con esa función específica. Los investigadores del IQ encontraron un par más de estas mutantes con el mismo efecto, pero no tan efectivo como la doble mutante.