Escenarios nacionales/José Luis Camacho Acevedo
El presidente Andrés Manuel López Obrador dejará morir un complejo turístico y residencial al sur de Sinaloa debido a que su prioridad es un tren “Maya” en la Península de Yucatán.
El desarrollo turístico, ahora en el abandono, se conoce como “Playa Espíritu” y fue impulsado durante 12 años por los presidentes Felipe Calderón (PAN) y, Enrique Peña Nieto (PRI).
El mandatario panista compró el terreno al ex gobernador Antonio Toledo Corro, del PRI, en poco más de 100 millones de dólares, pagaderos hasta 2028.
Situado en la zona turística del Mar de Cortes, el predio cuenta con 12 kilómetros de playa.
El proyecto calderonista contemplaba “campos de golf, una marina, malecón y ramblas recreativas y comerciales, integrados a complejos hoteleros, hoteles boutique y exclusivos spas”.
Enrique Peña Nieto (PRI) lo redujo a zona verde.
Andrés Manuel López Obrador de plano le puso fin.
“heredamos (del PAN y el PRI) ese terreno y no hay quien quiera comprarlo”.
Al parecer, el gobierno de México tiene listo un nuevo sorteo, similar seguramente, al del avión presidencial.
Si se vende nos pagarían lo que costó; si se rifaran los 5 mil 500 lotes de playa obtendríamos al menos el dinero invertido, reveló Obrador.
El gobierno de México ofrece facilidades para ese l desarrollo turístico, pero ninguna empresa ha querido invertir.
Según se sabe, “ningún empresario ha mostrado interés” en participar en el desarrollo de la zona, distante 85 kilometros del aeropuerto Internacional de Mazatlan.
En sus conferencias matutinas, el presidente Obrador habló de la eventual “transa” del gobierno panista al comprar un terreno, a sobreprecio, para un desarrollo turístico no viable.
Andrés Manuel López Obrador anticipó que el proyecto Playa Espíritu no tiene más que dos opciones: subasta o venta.
¡Pásele, Pásele, Pasele: 5 mil lotes, 5 mil premios¡.
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