En búsqueda del placer para evitar el dolor

TLAXCALA, Tlax., 1 de diciembre del 2020.- En estos tiempos el término depresión se usa mucho, usualmente para definir cuando alguien está triste, se encuentra desmotivada, sin energía y que tiene problemas de fuerza de voluntad, esto genera que muchas personas que acuden con profesionales en salud mental llegan con un diagnóstico auto impuesto, tras hablar con amigos o consultar en Internet.

Pese a esto, la depresión tiene otra faceta, algunos buscan de manera constante eventos de gran impacto para poder ‘sentirse vivos’ y de esta manera tratan de lidiar con el dolor psíquico por otros medios.

Uno que suele ser el más común serían los que buscan relaciones casuales, buena parte de los que acuden a consulta es tras una desilusión amorosa y que tienen dificultades para cerrar el ciclo de la relación anterior, con incapacidad de hacer frente a la pérdida, a veces al profundizar en la historia de estas personas se puede observar una constante búsqueda de un amor intenso, el cual les genera a menudo la ilusión de poder ‘salvarse’ de su dolor, de haber encontrado finalmente a alguien que es capaz de darles todo el amor que creían no haber recibido.

Otro caso es de las personas que gustan de los deportes extremos, es una actividad donde el individuo coquetea con el peligro, llevándolo a un estado de éxtasis que también, puede llegar a enmascarar fantasías inconscientes de suicidio, esto no es una afirmación general, sino que debe observarse con cuidado en cada caso y ver en qué punto deja de ser una actividad recreativa y donde ya es una conducta autodestructiva.

Por ultimo encontramos un caso que pese a no ser exclusivo, es principalmente visto durante la adolescencia, estos serían los actos de automutilación, donde la persona suele realizarse cortes en partes del cuerpo, generalmente en brazos y piernas, con el argumento de que esta sensación les reconforta y provoca satisfacción, ya que inhibe el dolor mental y moral, sintiendo que su cuerpo está vivo, al ir comúnmente de la mano con la adolescencia, puede llegar a extenderse en más prácticas como la privación de alimentos o el consumo de sustancias.