¡Fue montaje, más que espionaje! ¡Las pruebas!
Nada ni nadie convencerá a quienes —periodistas o no— cultivan el odio a Peña Nieto.
Nada convencerá a los que “compraron” el cuento de que The New York Times probó espionaje de Peña a periodistas y activistas.
Ni la contundencia de que el Citizen Lab nada prueba, ni la incapacidad de la prensa mexicana para profundizar en el tema. Y tampoco el recuento puntual de “reportajes” manipulados, del NYT, sobre Peña. Los que quieren creer esas y otras mentiras, las seguirán creyendo.
Pero, en atención a muchos ciudadanos no intoxicados del odio a Peña, el portal www.letraroja.com realizó una investigación que desmiente a The New York Times y prueba un montaje, más que espionaje.
1. Una fuente del Sistema Nacional de Seguridad —que pidió reservar su identidad— confirmó que el sistema Pegaso fue declarado obsoleto por el gobierno mexicano, antes de 2013. La razón, su deficiente nivel de operación.
La fuente dijo: “…con Pegaso nunca hubiéramos localizado a los más de 100 objetivos prioritarios detenidos en este gobierno… el sistema que hoy emplea el gobierno es de vanguardia…, además, lo que hace Pegaso lo consigues en la Plaza de la Tecnología”.
2. Tenía razón la fuente. Letra Roja buscó en la Plaza de la Tecnología y, por 100 pesos, consiguió un programa capaz de espiar a través de WhatsApp, en forma idéntica a la denunciada por los espiados.
3. Además de deficiencias periodísticas, el NYT reveló dotes metafísicos de ciertos periodistas mexicanos.
4. Como saben, el reportaje del NYT se publicó el lunes 19 de junio, y según los primeros reportes periodísticos y redes empezó a ser publicitado en México a las siete de la mañana, hora local.
5. Curiosamente, Notimex recibió a las nueve de ese lunes, la convocatoria a la conferencia de prensa que ofrecerían periodistas para repudiar el espionaje.
6. A las 9:32 de la mañana Notimex “liberó” el boletín de la convocatoria para la conferencia de prensa —a las 13:00 horas— en el Hotel Fiesta Americana de Reforma. El comunicado daba cuenta no solo de la reserva del salón para el evento, sino que se había diseñado la identidad gráfica, con el hashtag #GobiernoEspía.
7. Según investigó Letra Roja, convocar a las 9:00 de la mañana del lunes 19 de junio para un evento en el Fiesta Americana programado a las 13:00 horas debió significar apartar el salón con muchas horas o días de anticipación.
8. Una persona del Fiesta Americana —de identidad reservada por seguridad y empleo— confirmó que los domingos no trabajan, que el sábado solo están mediodía y que la única forma de apartar un espacio para este tipo de eventos —un lunes a las 9:00 horas— es con reserva previa y pago adelantado.
9. Es decir, resulta imposible reservar un salón en un día lunes, antes de las nueve de la mañana, ya que se manejan por disponibilidad. Para apartar un espacio se hace contrato. Además, los lunes los encargados de la “reserva de salones” llegan a la oficina pasadas las nueve de la mañana —regularmente a las diez—, lo que hacer imposible cualquier movimiento.
10. Queda claro que si Aristegui y amigos enviaron la convocatoria de la conferencia a Notimex, a las 9:00 horas del lunes 19 de junio para denunciar el supuesto espionaje de Peña, debieron contratar el hotel viernes o sábado previos.
11. Por eso las preguntas: ¿cómo sabían Aristegui y sus amigos, desde el viernes 16 o sábado 17, que The New York Times publicaría el reportaje sobre el supuesto espionaje de Peña? ¿Cómo sabían los periodistas mexicanos el contenido del reportaje? ¿Espían al NYT? ¿Quién regaló la primicia y organizó el montaje para denunciar espionaje del gobierno mexicano a periodistas?
12. Queda claro: la conferencia de prensa de Aristegui fue un montaje, una comparsa que acompañó al “reportaje” que nada prueba y que solo buscaba el descrédito del gobierno mexicano.
13.- Hay más. Durante la conferencia de Aristegui, la escenografía mostró banners con imágenes del diseño gráfico #GobiernoEspía, con variantes.
14. Según empresas de publicidad consultadas —se reserva la identidad por razones de seguridad—, banners como los que aparecieron detrás de Aristegui debieron realizarse en no menos de 15 horas. La elaboración incluye el arte, diseño, impresión, montaje y traslado.
15. Si el contenido del “reportaje” de New York Times se conoció en México a las 7:00 horas local del lunes 19, y la conferencia de prensa se realizó a las 13 horas, los banners se debieron encargar viernes o sábado previos.
16. De nuevo las preguntas: ¿cómo se enteró Aristegui que NYT publicaría el reportaje? ¿Tráfico de información? ¿Información pagada y de consigna?
¡Así o más claro!
Al tiempo.
Milenio