Valor & Ideas

4T: conservadora y misógina

Dado que en México no existe oposición a través de los partidos políticos, el presidente deduce que el movimiento feminista es una expresión de la oposición.

El presidente no tiene quien le diga, que el movimiento feminista es mundial e histórico. Por su propia naturaleza, supera a la 4T. Al movimiento feminista nada lo detendrá y el presidente no podrá encuadrarlo en su maniqueísmo.

Por más que lo descalifique y confronte, no le redituará las prebendas que obtiene cada mañana al referirse a otros actores políticos, con quienes si obtiene beneficios, porque son iguales a él. El movimiento feminista no es igual a él y por ello no le resulta lucrativo.

Su comportamiento con el movimiento feminista, es idéntico al de Carlos Salinas: Ni las ve, ni las oye.

Peor, desempolvó la miopía de Gustavo Díaz Ordaz, ya que eso de romper el pacto patriarcal, le parece: “expresiones importadas, copiadas”, como lo sostuvo en su mañanera. Como Díaz Ordaz, al más viejo estilo del patriarcado político, gusta de la sumisión y del aplauso, como lo pusieron en evidencia sus propias secretarias de Estado, quienes hasta en coro y bien formaditas, repitieron el estribillo: “Es un honor, estar con Obrador”, festejando así el 8 de marzo.

Estefanía Veloz, señaló: “El poder dice: si tengo que poner voces de mujeres, pondré las que me acomoden, las que no me vayan a cuestionar.” (La Jornada. 9.03.2021).

Carlos Martínez García, apuntó: “Afirmar… que detrás de las exigencias del feminismo se pasea el tutelaje de maniobreros ajenos a los intereses de las mujeres… es un desacierto… incurre en paternalismo denigrante…” (La Jornada. 10.03.2021).

La Mesa “Ziuamen: sueños y realidades, mujeres en el arte popular”, entre sus conclusiones, observó: “En México, desde el discurso oficial… no se comprenden las demandas… de las mujeres… Hay que empezar por cambiar esa idea en el discurso oficial… Se demanda ser escuchadas, y eso le cuesta mucho trabajo al poder; y si no escucha… no las entienden… deploraron la valla de metal… frente a Palacio Nacional, y la falta de diálogo…” (La Jornada. 9.03.2021).

Es un hecho psicológico comprobado. El poder transforma a las personas. Quienes hoy gobiernan, cuestionaron en su momento la colocación de vallas metálicas alrededor de edificios públicos. Y los mismos que hoy cuestionan que las mujeres se manifiesten, son los mismos que siendo opositores, se manifestaban, tomaban edificios públicos, pintarrajeaban las fachadas, cerraban vialidades y no se retiraban hasta lograr acuerdos mínimos y que se les cubrieran los gastos por la manifestación y el transporte para regresar a sus lugares de origen. Toda una industria.

Wendy Briseño y Lorena Villavicencio, diputadas por Morena, lo han señalado sin rodeos: “Morena no respeta los derechos de las mujeres y con la candidatura de Félix Salgado en Guerrero se violó el artículo 1º de la Constitución” (El Financiero. 8.03.2021).

Sostener en los hechos, vigente el patriarcado, denota autoritarismo, intolerancia, conservadurismo.

Al preguntarle a Beatriz Paredes, cuál era su visión actual del país, señaló: “… esperaba avances y planteamientos sugestivos del progresismo contemporáneo. Y hasta ahora no he visto eso. No creo que el centralismo sea una opción eficiente ni funcional para un país de 126 millones de habitantes, tan diverso… En los temas trascendentales, las cosas no caminan… no veo… resultados… el camino y la sociedad son mucho más plurales… es esencial recuperar la agenda del diálogo… generar acuerdos… sin la fantasía de que se debe eliminar a los otros porque… eso sí genera… inviabilidad… saludable… que hubiese respeto y no se usara la estigmatización o la descalificación…” (La Jornada. 14.02.2021)

El presidente dialoga con los que dirigen la CNTE, a pesar de los daños económicos generados al país, durante tantos años, porque siente ese “movimiento” como suyo, pero no se sienta con las feministas, porque no le reditúan políticamente y como es un movimiento que no puede controlar, lo desacredita y se victimiza.

El presidente no tiene quien le diga, que México es tan plural y tan diverso, como lo es el mundo.